Enriqueta Maldonado Morales es una de los nueve hermanos que tenía Santiago, el hombre que apareció muerto con más de cinco puñaladas en Suerte de Saavedra, y lleva años de tragedia, pues en mayo se cumplirán tres años de la muerte de su hija Soledad, de 17 años, en un coche que cayó del puente de la Universidad al río. También falleció su madre y ahora pierde a un hermano de forma violenta.

"Le llamábamos Joaquín, por mi padre, pero su nombre era Santiago", cuenta para referirse a él, todavía impactada por la gravedad de la noticia. Y explica que vivía solo "en una casa que tiene en La Picuriña, no tenía hijos y pasaba mucho tiempo en la casa de mi padre, porque mi madre murió, y con mis hermanos" en la casa familiar en Suerte de Saavedra, enfrente de la suya.

Ella se enteró de la noticia "por mi sobrino, al que avisó la policía por teléfono. El fue a la comisaría pero allí no le querían decir nada, hasta que se comprobó y entonces nos llamó a nosotros", señaló.

Al preguntarle si había tenido alguna disputa su hermano, Enriqueta afirmó que "ha tenido una quimera con una familia del barrio", pero no lo relacionó con su muerte.