El runrún de Génova no solo vive de los amagos del no-bigote de Aznar y de la "prisión incondicional" de Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid. Desde que esta semana la relación entre el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y su secretaria de Estado, Montserrat Gomendio, ha traspasado las puertas del ministerio, el patrimonio de la mujer --14,5 millones de euros-- y su divorcio millonario han arrojado unos pies de foto inesperados a las imágenes hasta ahora rutinarias del ministro y su mano derecha, aquí compartiendo palco en el Open de Tenis de Madrid, allá comentando el desplante que les hicieron el martes pasado los estudiantes lumbreras.

De la mujer que comentaba en voz baja cada desafío se conocen su vasto currículum como bióloga y su pasado como investigadora del CSIC. Pero lo que más atención ha levantado ha sido su parque inmobiliario , convertido en el gran pedrusco de su proceso de divorcio: Gomendio lo heredó en vida de sus padres, y su marido durante 24 años y padre de sus dos hijos defiende que se trató de una cesión a las empresas que ambos tenían en régimen de gananciales.

A tenor de la demanda a la que ha tenido acceso la web Vanitatis, la secretaria de Estado es una propietaria transgeográfica: tiene una casa en Pozuelo de Alarcón y un piso en Madrid valorados en 1,5 millones de euros; dos propiedades en Inglaterra --una vivienda en Londres y otra en Cambridge, donde estudió-- que ascienden a tres millones de euros, y varias fincas en el Cabo de Gata, una de las cuales podría valer más de 20 millones, según el valor de mercado.

Quienes han buceado estos días en la genealogía inmobiliaria en Almería se han topado con el presunto protopelotazo que protagonizaron a finales de los 60 altos cargos del Ayuntamiento de Almería y su padre, José Manuel Gomendio, entonces gerente de la sociedad concesionaria que construyó la urbanización Retamar. El proceso judicial --que investigó un sospechoso trueque de hectáreas entre las dos partes y reunió un sumario de 3.000 folios-- se dilató en el tiempo y fue archivado.

Durante las vacaciones de Semana Santa, Gomendio se llevó a Wert a sus hectáreas almerienses. No era el primer viaje que hacían juntos. En noviembre, mes en el que José Ignacio Wert también se separó de Edurne Uriarte, polítóloga y colaboradora de la fundación FAES, la pareja ya hizo una escapada premium a Tánger, donde se alojaron en el hotel de cinco estrellas El Minzeh. Pagó ella.

Desde entonces han sido avistados en restaurantes de Madrid. Pero para la historia quedará que el día en el que trascendió su ralación, la imagen de ambos que reinaba en Youtube devolvía a la pareja cuchicheando mientras unos estudiantes con camisetas en favor de la escuela pública les negaban el apretón de mano.