Como el Guadiana, que en su largo camino desde las Lagunas de Ruideras, aparece y desaparece, así es el tema de la moción de censura que supuestamente van a presentar los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Badajoz. Se comenzó hablar de ella casi desde el minuto uno en el que el Partido Popular perdió la mayoría absoluta, y esta semana ha tenido que ser zanjada por los dirigentes regionales de los dos principales partidos en el Ayuntamiento de Badajoz.

Fue el secretario general del PP, Fernando Manzano, quien no se andaba con medias tintas al afirmar que el Partido Popular no apoyaría los presupuestos regionales si el PSOE se sumaba a la propuesta de desbancar de la alcaldía a Fragoso. Y a Fernández Vara no le faltó tiempo para aclarar que el tema «no está planteado» en las filas socialistas. Fin de la cita.

¿Pero por qué no se deja de hablar de ello si ni tan siquiera está planteado? le preguntaron los periodista al secretario general del PSOE.

Es una buena pregunta, pero para hacérsela al portavoz municipal. Sólo por poner un ejemplo, en la última tertulia de portavoces de Onda Cero Badajoz, Ricardo Cabezas volvía a dejarse querer por Ciudadanos y Podemos, con la idea de que Badajoz necesitaba un cambio de gobierno.

Ni la situación política actual de Ciudadanos y Podemos, ni del propio PSOE local pueden garantizar la estabilidad de un gobierno tripartito. Ni en la realidad de Badajoz está planteada la necesidad de un cambio al frente de su alcaldía.

Así que lo más sensato que he escuchado sobre el tan traído y llevado asunto me lo confesó hace unos días un concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Badajoz: «Nosotros nos tenemos que centrar en hacer un oposición constructiva y útil para mejorar la vida de los ciudadanos de Badajoz». Fin de la cita.