Ha fallecido un prohombre de nuestro viejo Badajoz que representó en la radio el cenit simbólico de la constancia, entrega a su profesión, don de gentes, amable y extrovertido, modesto en extremo y llevando por bandera los logros de nuestra tierra, con la sabiduría popular del campesinado extremeño, voceador al aire de versos y actor de teatro.

No olvidemos que Julián Mojedano fue siempre un chamiciano convencido y rapsoda de primer orden. Mas, por encima de todo, miembro de una escuela que con Julián --aunque jubilado desde hace años--, desaparece.

Aquella en la que en las ondas se anteponía si cabe a la noticia, a la vocalización más perfecta y a la actuación histriónica. De tal forma que el micrófono pasaba a ser una parte de las candilejas del gran teatro de la radio. Y llegó a ser director del Cuadro de Actores. No digamos sus diplomas, trofeos, felicitaciones, homenajes multitudinarios...

Tuve la fortuna de ser su amigo desde los años 60, cuando todavía en Radio Extremadura de la Cadena SER, en la calle Santa Lucía, disfrutábamos del pequeño teatro, reducido escenario y patio de butacas para programas y emisiones en directo. Allí se entretenía y culturizaba de forma sana y excepcional con el Cuadro de Actores las obras más variadas que concienzudamente se preparaban.

En 1997 y tras rogarle bastante, logré que me contara su vida plasmada en un libro de 260 páginas --trabajando durante un año ambos--, desde su infancia en San Andrés, pasando por ser, gracias a su diligencia y honradez, el cajero de don Sinforiano Madroñero, un frustrado maestro nacional, un guarnicionero que hasta se llegó a confeccionar sus propias sandalias, o un jefe de aquella vieja y extinta Fiscalía de Tasas.

Recuerdo el número de veces, en su casa de San Roque, cuando nos despedíamos, al decirle que "¡hasta mañana si Dios quiere!", me contestaba con "y... ya mañana acabamos". Nunca le hice caso, para bien de él y de todos los badajocenses. No porque lo escribiera yo, sino porque ahí está el alma de un poeta transformado en locutor, guionista, creador y hombre de radio.

Un gran hombre con alma de humildad se nos ha ido. Un abrazo, Julián.

PEPE VELA