La Morenita Antigua, talla del siglo XVI del grupo de Vírgenes Negras -ésta, de Las Virtudes-, que fue patrona de Badajoz antes de la Soledad, está a la vista habitualmente en la iglesia del convento de las clarisas Santa Ana, pero no el resto de su rico patrimonio, que se mostró ayer por primera vez en una visita guiada por el V centenario de su fundación.

Unas cien personas pudieron seguir las explicaciones de Paola Cortés, archivera del convento donde viven 27 hermanas, en las cinco visitas de media hora cada una, que se repetirán el 25 de agosto, 15 y 19 de septiembre.

Comenzó el recorrido en la puerta de la iglesia bajo los escudos de los Austria y Borbón, de un edificio fundado en 1518 por Leonor de Vega y Figueroa, embajadora de los Reyes Católicos en Venecia, dejando testimonio de sus 40 años de servicio como abadesa en su lauda sepulcral. También se enterró en él la reina Ana de Austria, que falleció en la ciudad a su paso hacia Portugal y fue enterrada «con sus entrañas, pues estaba embarazada», en el monasterio, siendo su cuerpo se trasladó después a El Escorial.

El convento, declarado Bien de Interés Cultural en 1991, muestra en su iglesia un retablo del XVII con la Morenita Antigua, además de otras imágenes de los siglos XVI y XVII en su única nave, que contiene también el coro bajo con sillería y un Cristo que se estudia si puede ser en parte del taller de Luis de Morales.

En el coro alto hay una exposición y al lado un museo de objetos de liturgia y religiosos, y el archivo que alberga documentos de los Reyes Católicos y otros de los siglos XV y XVI, explicó Cortés.

La visita concluyó en el claustro mudéjar del siglo XVI, transformado a mediados del XVIII y restaurado en 1980, con cuatro crujías, decorado con pinturas de Clemente García, del XVIII. A la salida, los visitantes podían comprar los dulces artesanos que fabrican las monjas.