Al caer la noche y se enciende el alumbrado público de Badajoz, la luz ha pasado del amarillo al blanco este verano. Este cambio se extenderá a toda la ciudad antes de que termine el mes. Según el concejal de Infraestructuras, Jesús Coslado, en septiembre concluirá el montaje de leds iniciado en mayo y que ya está ejecutado en un 78,64%, pues se han instalado 14.548 luminarias.

Los barrios y zonas en los que más se ha avanzado, con una cobertura del 95%, son Pardaleras, Santa Marina, Las Vaguadas, Cerro de Reyes, La Paz, Jardines del Guadiana, Suerte de Saavedra, Llera, Picuriña y el Casco Antiguo. San Roque está al 90% y al 85% La Pilara y Cerro Gordo, faltan Los Montitos. Con más lentitud (40%) se están instalando en el polígono industrial El Nevero, porque por las noches no tiene trasiego de peatones, y en El Faro, cuya infraestructura es reciente. Tampoco la iluminación ornamental, que está al 35%.

El Ayuntamiento de Badajoz sacó a licitación el macrocontrato para el suministro y montaje de tecnología led en el alumbrado público de la ciudad con un presupuesto de 10,6 millones de euros. El contrato se dividió en 19 lotes que se repartieron entre 17 empresas para la sustitución de 21.000 luminarias convencionales por otras led de mayor eficiencia, además de instalarse un sistema de telegestión punto a punto. La financiación procede de un préstamo firmado por el ayuntamiento con el BBVA a interés cero con un periodo de carencia de 3 años, gracias al programa europeo Jessica-Fidae. Todas estas empresas están trabajando al mismo tiempo repartidas por la ciudad, con un mínimo de dos operarios cada una.

Según la valoración que ha recogido el concejal entre vecinos, su impresión que tienen es que la iluminación de las calles ha mejorado «muchísimo» y la luz que ahora proyectan las nuevas luminarias es «más natural» que las anteriores. Coslado comenta que hay ciudadanos que han llamado porque se habían instalado en la calle de al lado antes que en la suya por si se había quedado fuera. «No hemos recibido ninguna crítica negativa», asegura, a pesar de que sabe que adaptarse a los cambios no siempre es fácil.

El objetivo es reducir la contaminación, de ahí las facilidades en la financiación. Se trata de una iluminación más directa al suelo, que se proyecta menos en los edificios. El responsable apunta además el importante ahorro en el consumo eléctrico, que aún no se ha percibido en las facturas de la luz. El consumo de estas luminarias es un 65% inferior a las antiguas. Por otro lado, el sistema de telegestión permite conocer las incidencias de forma automática en cada punto de luz, además de que se puede controlar la intensidad lumínica de cada farola por franjas horarias.

Todas las lámparas que se desechan serán recicladas, pero no pueden reutilizarse porque la normativa lo impide dado su alto nivel contaminante. El 45% de las luminarias que se están colocando son de la marca Philips, un 25% Socelec, otro 25% Simon Lightings y el 5% restante de Salvi y otras distintas. La potencia depende del tipo de luminaria y de dónde se ubique. Por ejemplo, las lámparas con forma de bola que había en paseos y jardines se han sustituido por otras de disco, como las colocadas en el Paseo Fluvial. En algunos sitios se han modificado los brazos de las farolas para evitar la vegetación

Fuera de esta operación se han quedado los ocho poblados. El concejal asegura que en estos momentos se está trabajando para conseguir otra subvención que permita sustituir también su alumbrado público. Coslado desconoce qué inversión supondría pues aún no se ha realizado el estudio de costes.