Ha fallecido a los 98 años José María Montes Caraballo. No debe pasar desapercibida la obra de este singular personaje local con el que muchos están en deuda sin saberlo. Aunque vivió en Badajoz y nació en Villanueva del Fresno, se sentía y ejercía de extremeño sin matices, a la región amó con un romanticismo extremo. Con 18 años fundó el Club Europeo de Enamorados de Extremadura con la celebración del Día de los Enamorados de Extremadura. Una asociación en la que para ser miembro no había que apuntarse, sino simplemente había que ejercer como tal.

Preocupado por la formación fue impulsor de múltiples actividades. En los años sesenta promovió la asociación Amigos de la Universidad que movilizó conciencias y voluntades para hacerla realidad. En este movimiento estuvieron involucrados muchas otras personas, pero siempre estuvo él detrás impulsándola. Hoy parece algo evidente y que tenía que haber ocurrido, pero ocurrió cuando algunos lo provocaron como una obsesión.

Una vez creada la Universidad el problema era su división y su preocupación estuvo en unir Cáceres y Badajoz mediante una autovía. En los años 70 se propuso crear la Gran Vía de la Universidad Calle Mayor de Extremadura, donde el veía una gran avenida rodeada de fábricas, infraestructuras y servicios comunes para las dos ciudades como un gran eje urbano. En 1978 fue con el rector a ver al Rey que se sorprendió con la idea y al poco tiempo el entonces Ministro de Obras Publica, Joaquín Garrigues Walker, la recorrió en coche y empezaron los técnicos a trabajar para su mejora, que quedó como prácticamente está ahora.

No ha parado con sus ideas románticas y en algunos casos peregrinas. Ya en el siglo XXI con más de 80 años su ilusión la centró en promover el consumo de productos extremeños con su ‘Plato Guapo Extremeño’ y el copoño, bebida similar a la sangría con componentes puramente extremeño, marca que patentó y que no paraba de promover. Se podría escribir mucho con sus ocurrencias, ilusiones y actividades, pero se podría resumir su trayectoria por su generosidad, su pasión y amor por Extremadura y su activismo sin complejos, él lo hacía porque creía que era lo que tenía que hacer. Mi recuerdo, agradecimiento y admiración por esta excelente persona que nos ha dejado.

*Economista