María José y su marido están en el paro y subsisten con la Renta Básica. Tienen cinco hijos de entre 7 y 12 años y todos ellos asisten este año por primera vez al comedor solidario del Gurugú, que ayer abrió sus puertas por sexto año consecutivo. Para esta familia, como para otras muchas que recurren a este proyecto, no solo se trata de un balón de oxígeno para sus maltrechas economías, sino que representa una oportunidad para que sus hijos «pasen un buen verano». «Es muy complicado llegar a final de mes y no podemos llevarlos a la piscina o a la playa, por eso es una ayuda increíble para nosotros», reconocía esta madre.

«A mi hija le cuesta mucho levantarse por las mañanas, pero hoy en cuanto la he llamado se ha levantado muy contenta». Eso contaba Esther, madre de otra de las niñas que acude al comedor solidario. Ella saca adelante en solitario a su hija y asegura que no es tan importante que a estos niños les den el desayuno y la comida como «los valores que aprenden» día a día.

En el centro social del Gurugú recibieron ayer a 47 niños de este barrio, La Luneta y Colorines. El presidente de la asociación de vecinos, Ricardo Cabezas, se congratuló de que un año más se haya podido poner en marcha con el apoyo económico de la Fundación CB, que financia en solitario esta iniciativa, y «la red solidaria» de colaboradores que ha generado este proyecto, con entidades y empresas que contribuyen cada verano como el Banco de Alimentos, Cash al Corte, panificadora El Nevero, Exaasa y Congelados del Suroeste, y voluntarios de los Salesianos, el grupo scout del barrio y la Asociación de Voluntarios de La Caixa.

Cabezas destacó las actividades que se realizan con los niños hasta el 30 de agosto. Este año, como novedad, habrá una jornada de playa en Setúbal (Portugal) y una yincana por el Casco Antiguo con la Fundación CB. Además, los participantes reciben clases de refuerzo escolar, ya han estado en las piscinas naturales de La Codosera, visitarán el Museo Etnográfico de Olivenza, acudirán a los talleres de Vive el Verano, a la piscina de La Granadilla y practicarán deporte en las instalaciones del colegio Santa Engracia.