Aunque los pacenses están en la media en la utilización del contenedor amarillo en términos de cantidad de kilos que se recogen, no así de la calidad de la basura que vierten en estos recipientes, que ha disminuido los últimos meses, pues una parte del contenido no es el que corresponde. Los llamados "impropios" (basura que no debería verterse en el contenedor amarillo) superan el 30% en algunos contenedores recogidos en la ciudad. Hasta ese porcentaje se podría considerar aceptable, pero no cuando se sobrepasa. Curiosamente, está apareciendo en estos contenedores mucho papel y cartón, hasta un 14%, que debería verterse en los contenedores azules ubicados en los ecopuntos.

Los contenedores amarillos (destinados al vertido de envases ligeros: plásticos, latas y tetrabrick) se instalaron en Badajoz en mayo del 2006. Ese primer año se recogieron 606.530 kilos, con una media de 90.000 kilos mensuales. En el 2007 estas cantidades se han incrementado y la media mensual es de 106.411 kilos (al año se recogieron 1.276.940 kilogramos) que representan 8,5 kilos al año por habitante. Pero estas las cifras no hablan por sí solas. Según Manuel Tintoré, gerente de la empresa pública del plan regional de residuos, Gespesa, "no se trata solo de saber cuánto llega al contenedor sino cuántos kilos llegan de lo que debe llegar". La "calidad" de la basura vertida en los contenedores amarillos se determina con caracterizaciones periódicas que realiza Ecoembes y oscila mucho en función de la zona de recogida.

Tintoré señala que los datos de cantidades son los "normales en un periodo de arranque en una ciudad sin tradición en el reciclaje". Sin embargo no se puede mostrar demasiado optimista porque mucha gente sigue vertiendo la basura mezclada y no separa o lo que es peor, selecciona pero luego no vierte en el contenedor adecuado. El gerente de Gespesa afirma que "está bajando un poco la calidad" de la basura que llega al contenedor amarillo y por eso hace un llamamiento a los ciudadanos para que se tomen en serio la separación en origen en función de sus componentes. "Se ha avanzado a buen ritmo --señala-- pero no nos podemos sentir satisfechos y pedimos la colaboración ciudadana porque mucha gente utiliza el contenedor amarillo indebidamente".

Los papeles y cartones que llegan a los contenedores amarillos son, fundamentalmente, envases pequeños, como de detergentes, cajas de galletas o cereales, que deber ir al ecopunto. Tintoré llama la atención de esta situación porque además quien vierte papel y cartón en el contenedor amarillo es alguien que ha pensado en reciclar y ha estado reservando el papel y el cartón en casa pero no lo ha depositado en el contenedor adecuado. Este papel y cartón se recupera también en la planta de resíduos, pero es más costoso. De cualquier modo, apunta Tintoré que es "un mal menor", pues es preferible que tiren este papel en el contenedor de envases que en el contenedor verde, destinado a la basura normal.

EL PLUS DEL 2006 Este panorama contrasta con el periodo inicial en el que los pacenses se concienciaron e hicieron un buen uso de los contenedores amarillos, durante los primeros meses en que fueron instalados, lo que le valió al Ayuntamiento de Badajoz recibir en el 2006 un plus de eficiencia porque el material que se estaba vertiendo era el correcto. Según los datos del 2006, la basura que se vertió en los contenedores amarillos fue correcta en un 82% de su composición, muy por encima de la media nacional, donde el grado de pureza era del 75%. Por este buen comportamiento el ayuntamiento percibió una gratificación.