Estaba buscándose la vida por un camino desacertado y encontró la muerte. El cuerpo inerte de Vicente G. B., de 47 años, fue hallado la madrugada del sábado al domingo en el interior de un garaje de la céntrica calle Madre de Dios, muy próximo a la plaza de San Andrés. Según todos los indicios, el accidente tuvo lugar cuando el hombre caminaba por el tejado para intentar introducirse en el garaje, la uralita de la que está fabricada la techumbre se hundió y cayó al vacío desde una altura de unos 15 metros. La parte del tejado que se venció es más frágil porque es uno de los trozos en los que solo hay una lámina de uralita transparente para dejar pasar la luz y además el aspecto que presenta es de bastante deterioro debido el paso del tiempo y a la lluvia.

Los hechos ocurrieron en un garaje comunitario, situado en el bajo de un edificio de pisos de tres plantas, en el número 6A de la calle Madre de Dios, ubicado a la vuelta de la iglesia de San Andrés, entre el bar Paradise y el garaje de San Andrés. Según la información que facilitó el Cuerpo Nacional de Policía, el fallecido era un toxicómano conocido, que ejercía de aparcacoches ilegal en el entorno de El Corte Inglés y al que le constaban bastantes detenciones por delitos contra el patrimonio.

La policía también informó de que en el momento del accidente iba a robar en el interior del garaje. Esta fuente no confirmó a qué hora pudieron ocurrir los hechos. Al parecer, fue de madrugada cuando un amigo del fallecido, que lo había echado en falta esa tarde y sabía que había entrado en el garaje, lo localizó en el interior. La puerta del aparcamiento estaba forzada en dos zonas, en la cerradura y en el mecanismo de apertura automática. Un vecino de la plaza de Cervantes, que guarda allí su coche, se percató ayer por la mañana de estos daños.

La Policía Nacional recibió el aviso del hallazgo del cadáver desde el 112. En el suelo del local eran perceptibles ayer por la mañana las manchas de sangre. Junto a una de ellas, había un lazo con su alfiler, de los que se colocan en la solapa de apoyo a los enfermos de sida.

A falta de confirmación oficial, se desconoce exactamente cómo pudo este hombre acceder al tejado del garaje. Pero ayer todas las sospechas se dirigían a una vivienda abandonada que existe en las traseras de Madre de Dios, concretamente en la calle Cristóbal Oudrid, en el número 3. La vivienda tiene dos plantas y a la de arriba se accede por una escalera en obras. Precisamente esta casa ha sido objeto de quejas por parte del vecindario, porque ha sido fumadero y a través de ella sus ocupantes pueden acceder fácilmente a los tejados de la manzana.

MONJAS El convento de las Siervas de María está justo al lado de este inmueble. Hace un mes ya tuvo que acudir la policía porque escucharon ruidos en su azotea, donde habían accedido inquilinos de la vivienda contigua. Según contaba una de las monjas, andaban por los tejados. Después de ocurrir aquello, los dueños de la casa tapiaron las ventanas y cerraron la puerta. Pero el jueves por la noche alguien forzó la reja de la ventana del piso inferior, para volver a acceder a esta vivienda, cuyo interior muestra rastros de haber estado ocupada por indigentes. Para poder arrancar la reja de hierro, seguramente tuvieron que intervenir varias personas, porque a una sola le hubiese costado mucho.