Un joven de 19 años falleció ayer por la mañana al dispararse de manera accidental una pistola cuando ayudaba a su padre, empleado de una empresa de mudanzas, a realizar el traslado de enseres y mobiliario de la vivienda del guarda, de la empresa Mercoguadiana, a unos 2 kilómetros de Gévora. El proyectil del arma, que supuestamente pertenece al guarda, impactó en el pecho del joven, que fue trasladado con vida al hospital Infanta Cristina, aunque murió poco después sin que el personal sanitario pudiera hacer nada para salvarlo.

Los hechos ocurrieron pasadas las nueve de la mañana cuando el joven y su padre se encontraban en el interior de la vivienda. Según informó la Guardia Civil, al manipular el bulto con el arma, ésta se disparó y el fallecido recibió el impacto. Se trata de una pistola de balas de un calibre menor y fuentes cercanas al caso explicaron que el disparo fue mortal por el lugar del pecho en el que impactó. "Ha tenido muy mala suerte porque un calibre de ese tipo no te mata", lamentaron.

La Guardia Civil se personó en la vivienda tras el suceso, intervino el arma y constató que el disparo se había producido de forma fortuita. No obstante, se ha abierto una investigación para determinar la procedencia del arma, por qué estaba cargada y esclarecer lo sucedido. Ayer al mediodía los inquilinos de la vivienda y los testigos continuaban prestando declaración ante la Benemérita y no había detenidos. Otras fuentes consultadas por este diario afirmaron que la pistola no tenía puesto el seguro, aunque este extremo no pudo ser confirmado oficialmente.

UNIVERSITARIO El joven fallecido era estudiante universitario y residía con su familia en la avenida del Perú, en la barriada de La Paz. Desde la empresa de mudanzas se mostraron ayer desoladas por el suceso "porque su padre lleva toda la vida con nosotros y es un niño que se ha criado con nosotros". Contaron que el joven había aprovechado el sábado para echar una mano a su padre en esta mudanza porque, aunque la empresa solo trabaja de lunes a viernes, al parecer tenía alguna vinculación familiar con el guarda que había contratado el servicio, que se trasladaba por jubilación.

En las instalaciones de Mercoguadiana ayer al mediodía solo permanecía un trabajador, que declinó realizar declaraciones a los medios de comunicación sobre el suceso. A varios metros de la vivienda del guarda continuaba aparcado el camión de mudanzas. Al estar el lugar en el que ocurrieron los hechos a varios kilómetros de Gévora, muchos vecinos de la pedanía desconocían los hechos, aunque el guarda era una persona conocida por llevar varios años trabajando en Mercoguadiana.

El joven será despedido por familiares y amigos en el funeral que se celebrará esta tarde a las seis en la parroquia de San Juan Macías, en la barriada de La Paz.