Dos personas murieron y tres resultaron heridas graves en un accidente en enero, en la carretera N-432 de Badajoz a Sevilla, al chocar dos coches, uno con una familia que volvía a Zafra tras hacer compras en la ciudad, y otro con una joven que ibba con un perro, que también murió.

Los fallecidos fueron el exconcejal de Zafra Gregorio Ramírez Gordillo, de 50 años, y su hijo menor, J. R. H., de 11; otro hijo de 16 resultó con traumatismo craneal; su esposa, Isabel H., de 42, sufrió fractura costal y un shock emocional.

Los bomberos rescataron a la conductora del otro coche, de 23 años, que resultó con traumatismo craneal y fracturas múltiples. En ese tramo, según la Guardia Civil, "se han producido numerosos accidentes". El Renault, quedó hecho un amasijo de hierros y fue desplazado a la margen izquierda de la vía, mientras que el Opel quedó en la cuneta contraria.

Los agentes y los bomberos despejaron la calzada de los fragmentos de los coches que se esparcieron en un radio de 50 metros a la redonda, para restablecer el tráfico a las 13.50 horas.

El 112 desplazó un retén de maquinaria de carreteras, varias patrullas de la Guardia Civil, que cortaron el tráfico el tiempo que duraron las labores de rescate, pues se formaron colas de varios kilómetros en ambos sentidos, durante más de una hora.

También acudieron los bomberos de Badajoz, que liberaron a los conductores de ambos vehículos; unidades de los centros de salud de de San Roque y La Albuera, y el equipo médico del SES, además de las ambulancias que trasladaron a los heridos al hospital, donde falleció Ramírez.