María Luisa Hurtado, sus hijas Marimar y Belén y otros familiares han hecho una llamada de auxilio para que las instituciones les ayuden a repatriar de Lisboa a Badajoz el cadáver de Yolanda, una hija fallecida en la capital portuguesa el pasado día 13 de abril, dado que carecen de medios para afrontar los gastos que supone su traslado --más de 4.000 euros--, o de incineración --1.500--, único modo de poder trasladar sus restos.

José, un primo de la víctima, dio la voz de alarma "porque la madre se encuentra muy mal, pues le han dicho que lo único que pueden hacer allí es enterrarla en una fosa común". La familia ha remitido a la embajada española la documentación que demuestra que la mujer cobra una pensión no contributiva y que sus hijos están en paro o sin cobrar subsidio alguno, por lo que pretendía que la embajada se hiciera cargo de la repatriación "por humanidad".

Una vez enviados los documentos requeridos, "la embajada nos dijo que el Ministerio de Exteriores no se hace cargo del coste". La familia tiene hasta el día 10 de mayo para reunir el dinero para incinerar el cuerpo de la fallecida, en cuyo caso se podrían traer las cenizas con un coste menor.

Yolanda vivía en Lisboa en la indigencia, explicó su primo Jose; tenía solo un riñón y enfermó; al ser operada en el Hospital Curry Cabral falleció y en la actualidad el cuerpo se encuentra en el depósito de dicho centro.