El mundo flamenco de Badajoz rindió la madrugada de ayer homenaje a Domingo Vargas, en presencia de su familia y de un público expectante por escuchar las guitarras del portugués António Chainho, que intervino en primer lugar en el auditorio Ricardo Carapeto, y de Vicente Amigo, que cerró la cuarta y última jornada del festival de flamenco y fados Badasom.

El homenaje al guitarrista fallecido a los 28 años Domingo Vargas tuvo lugar entre ambas actuaciones y sirvió de colofón a un certamen que todo él ha estado dedicado a su figura y a la de su padre y hermano.

Con ellos formaba el trío que mejor supo interpretar el flamenco extremeño a través del toque de guitarra, que fue precursor de la fusión entre flamenco y fado y acompañaron a los cantaores y fadistas más importantes de España y Portugal.