TPtara conocer algo o para conocer a alguien, hay que remontarse a los orígenes del objeto o sujeto de estudio y escarbar ahí, en su pasado, para poder entender su presente y anticipar su futuro. En el pasado de la murga Los Murallitas, se halla una pandilla de amigos. En el presente, se encuentra una murga que encandila a crítica y público. Y, en su futuro, se vislumbran toda suerte de éxitos y venturas, y una larga vida carnavalera.

Las razones de que esto sea así se pueden encontrar en su pasado, en que antes de constituirse como murga, Los Murallitas ya eran amigos, en que, en definitiva, son pandilla antes que murga. Y esa es la razón de que, tantos años después, permanezcan unidos, conservando en plantilla a un nutrido grupo de los fundadores de la murga. Y es la razón que permite apostar, también, por la continuidad de la murga, porque, cuando un grupo se construye sobre valores tan sólidos como la amistad y el respeto, es difícil que se derrumbe.

Origen

Si hubiese que clavar una pica para señalizar el lugar en el que nace la murga Los Murallitas, ésta habría de hundirse, sin duda, sobre la tierra del parque de los cañones; al lado de Puerta Pilar. Allí, en ese parque, se juntaban, allá por el año 2001, un puñado de amigos para pasar el rato y echar unas risas. En una de esas tardes, entre los meses de Mayo y Junio, se les ocurrió montar una murga, y el resultado fue la murga Los Murallitas, cuyo nombre alude, precisamente, a la muralla que se yergue junto al mencionado parque.

A la gente de aquella pandilla le interesaba el carnaval. Unos cuantos tenían vínculos con el mundo carnavalero, como Regaña (cuyo padre había formado parte de "La Tarasca" y de "Los Mirinda), Barahona (que había sido comparsero), Luis (que había salido anteriormente con la murga Echame ocho), Alejandro Gordillo (descendiente de un miembro de "Jarana"), o Tabares (vástago de un componente de "El Nombre da Igual"). Así que la mecha murguera no tardó mucho en prender. Tan es así que, en Septiembre de 2001, en San Andrés, en la cochera de uno de los miembros de la pandilla, quedaba fundada oficialmente, y a todos los efectos, la murga Los Murallitas.

Trayectoria

La murga Los Murallitas se constituía en 2001, y saltaba por primera vez a las tablas del López de Ayala en 2002. Ese año salían como 'Los Murallitas de Playmobil... que ni tienen play... ni tienen móvil'. 'El Churri' les ayudó a confeccionar unas pelucas de gomaespuma, que conferían a los personajes un marcado toque de tebeo. Fue un año especial para la murga porque fue el primero de su hoy larga trayectoria. Y les sirvió como primera toma de contacto, como prueba de reconocimiento. Si por algo llamaron la atención fue por su espontaneidad, por su naturalidad y por presentar un tipo que aún hoy es recordado. En 2003 llegaría el turno de 'Con sombrillas, neveras, los taper y la toalla, pasamos de los carnavales y nos vamos a la playa'. Un proyecto en el que quedaban más definidos algunos rasgos del estilo de Los Murallitas, como el tratar de que toda la actuación tenga un hilo conductor que la dote de realismo y coherencia, y cantar sobre la actualidad partiendo del disfraz de ese año. La idea surgió en un viaje del grupo de amigos a un camping de La Antilla (Huelva) y, a partir de ahí, desarrollaron el proyecto. Ese año arriesgaron cambiando un cuplé, a última hora, para dedicárselo a un cámara de televisión que pasó minutos y minutos grabando a una chica en bikini que participaba en la actuación como figurante. 2004 fue el año de 'Los Mulallitas tles delichias', y captaron la atención del público con el personaje de Paca (encarnada por Javi Pache), que era la guía que orientaba a los chinos, y mediante la caricaturización del modo en que hablan los chinos el castellano. El estribillo de ese año caló entre el público, y casi todos los murgueros coincidieron al reconocer que Los Murallitas merecían haber llegado a la final de ese año. El 2005 se presentarían como 'Los Murallitas metiendo la pata', caracterizados como patos de Castelar, y alguno que otro como pavo real. Y llegan, por primera vez, a la final, en la que consiguen un séptimo premio, que saborean con gusto, por lo novedoso de la situación. Fue un año que califican como muy bueno, por tratarse de una actuación para todos los públicos, que gustaba tanto a mayores como a unos niños con los que se estuvieron fotografiando durante todo el carnaval (por lo llamativo y, al tiempo, familiar del disfraz). El 2006 se servirían del surrealismo para presentarse como gladiadores del W.C., esto es, como gladiadores ataviados con un traje elaborado con elementos del váter (cortinillas, alfombras, y un sinfín de aparatos propios de un servicio higiénico). Utilizaron una música épica, que matizaron revistiéndola con un toque carnavalero. Y llevaban un escenario muy logrado, configurado por una enorme taza de váter (dentro de la cual cantaban) y un gran pórtico. Al año siguiente se presentaron como 'Los Manolos, er Manue y er Lolo', e iban de siameses. El tipo dio mucho de sí en la calle, pues se prestaba a numerosas bromas y ocurrencias. Y destacan en la actuación los pasodobles, por ser más humorísticos, menos serios, así como la parodia cariñosa de la exitosa presentación de 'Marionetas', de la murga Dakipakasa, que hicieron. El 2008 conseguirían alzarse con el cuarto premio como 'Al-Murhayitas' recreando la fundación de la ciudad desde un punto de vista guasón. Se percibe un salto de calidad considerable a todos los niveles. Utilizan hermosas melodías con reminiscencias árabes, presentan un escenario muy completo y consiguen un estribillo con el que llaman mucho la atención del público. El año siguiente se presentan como 'LIGente secretIoI', con un escenario que recreaba la Plaza de San Andrés y unos pasodobles más críticos y serios. El 2010 se transforman en 'Los que la chupan por necesidad', disfrazados de vampiros, y presentan en la final un pasodoble que agrada al público, por ser de elaboración reciente y rabiosa actualidad carnavalera, en el que cantan anécdotas y pequeñas historias de cada una de las murgas que actúan en esa misma final junto a ellos. 2011 es el año de los trece que llevan participando en el concurso de murgas que más huella ha dejado. Se presentan con un proyecto titulado 'Si L.O.G.S.E. ... no vengo', y consiguen su mejor puesto, hasta ese momento, presentando una historia que a todos nos es cercana. Los maestros y profesores se les acercan para felicitarles. Les llaman de fuera de la ciudad para que vayan a actuar a numerosas localidades de la región. Y todo, para escuchar y contemplar un espectáculo muy ágil, con mucho ritmo, con un contenido divertidísimo y un fundamento de lo cotidiano que no deja a nadie indiferente. Entre lo más pegadizo y exitoso de la actuación, destaca el popurri de canciones con los nombres de los alumnos y sus calificaciones. Como colofón a ese exitoso año, grabaron un CD. En 2012 siguieron con su progresión y subieron al segundo escalón del podium, disfrazados de pizzeros, con sus motos y todo. Y el pasado carnaval se elevaron hasta las nubes, para regresar a Badajoz caracterizados como angelitos, para contar y cantar la actualidad desde otro punto de vista, poniendo sobre las tablas un proyecto muchas veces perseguido, que consiguen materializar en 2013.

Componentes

El plantel de componentes de la murga Los Murallitas se caracteriza por su estabilidad. Casi todos los miembros de la murga que iniciaron la aventura carnavalera en 2001, y que salieron a las tablas del López de Ayala caracterizados como Playmobils, siguen formando parte del grupo. A día de hoy, Los Murallitas son: Edi, Alberto, Gordillo, Juanjo, Mirindas, Barahona, Regaña, Luis, Silva, Pache, Paco, Josefo, Felipe, Coke, Juan Jesús, Carlos Alberto, Murga y Tabares.