Ayer seguramente no se acercaron muchos visitantes al Museo del Carnaval, pues cierra los lunes. Pero quien lo haga hoy se va a dar con la puerta en las narices. Las instalaciones situadas en la avenida Ramón y Cajal permanecen cerradas desde el 1 de agosto y los trabajadores han sido despedidos debido al retraso del convenio entre el Ayuntamiento de Badajoz y la Junta de Extremadura para su mantenimiento. Además, ha coincidido con que el contrato de los tres empleados es por obra y servicios y ya no se puede prorrogar más, por lo que el equipo de gobierno está buscando ahora la fórmula de dotarlo de personal.

Fue la propia concejala de Cultura, Paloma Morcillo, la que compareció ayer ante los medios de comunicación para explicar lo ocurrido e insistir en que el cierre es "temporal", aunque no supo poner fecha a la reapertura. No acusó a la Junta, sino que habló del comportamiento de ambas administraciones, pero sí intentó justificar que los plazos se habían ido alargando hasta llegar a este momento.

La Junta envió el borrador al ayuntamiento a primeros de marzo, en lugar de a principios de año, según la concejala, pero hasta el 20 de mayo no pasó por el pleno municipal. Morcillo aseguró que no dio tiempo a incluirlo en el orden del día de la sesión ordinaria de abril. Según respondió ayer el Gobierno regional a través de una nota, no recibió toda la documentación hasta el 7 de julio. La Junta lamentó la decisión del ayuntamiento de despedir a los trabajadores y defendió que, por su parte, se han desarrollado los trámites correspondientes "en el plazo adecuado".

La concejala recordó que este museo está abierto desde el 2008, mediante el convenio entre ambas administraciones, que hasta ahora había sido bianual. En estas instalaciones trabajan dos auxiliares, que realizan las labores de guías, y un técnico. Pero este año la Junta decidió que fuese anual y recortó su aportación, que pasó de 50.000 a 35.000 euros. El ayuntamiento ha mantenido la suya, de 50.000 euros, cantidad con la que ha estado pagando al personal hasta el 29 de julio, a pesar de que no se había firmado el convenio.

La concejala dejó claro que existe el compromiso por parte de la Dirección General de Museos y Patrimonio Cultural de que seguirá manteniendo su aportación, "pero no ha servido" porque la intervención municipal exige la aportación o el certificado de fiscalización. Con los 35.000 euros que faltan, el personal se podría mantener el resto del año, si bien el recorte presupuestario ha supuesto que se tengan que reducir las actividades del museo.

Recursos Humanos deberá averiguar el modo de contratar personal, porque ahora además han "detectado" que el contrato por obras y servicios no se puede prorrogar. Morcillo apuntó como alternativa poder contar con algún trabajador del Museo de la Ciudad con movilidad y se mostró confiada en que en "muy pocos días" el museo vuelva a abrir sus puertas, aunque reconoció que los contratos "llevarán más tiempo".