Un último paso ante el notario para constituirse como entidad jurídica es el que queda para que sea una realidad en Badajoz el Museo Extremeño para la Ciencia y la Tecnología, un proyecto que surgió hace más de 20 año por empeño de profesores universitarios en el seno de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Solo está pendiente de la firma de la diputación y del ayuntamiento para poder constituir notarialmente los estatutos de la fundación por parte de todas las partes que la integran, con el fondo fundacional estipulado. Un paso además indispensable para que la iniciativa pueda conseguir ayudas para ponerse en marcha.

El año que termina, el proyecto ha estado bloqueado porque la regla del gasto ha impedido que tanto la diputación como el ayuntamiento realicen su aportación para constituir la fundación, privada con participación pública. No pueden firmar hasta que entre el 2021, cuando el Gobierno central permite liberar ese dinero, pues este año estaban limitados, con lo cual no han podido comprometerse ni firmar.

La fundación está integrada por el ayuntamiento, la diputación, la Universidad de Extremadura, la Económica, Juvenex y Caja Rural de Extremadura. Alfredo Álvarez y Lorenzo Blanco, integrantes de la comisión para la creación de este museo, explican que han enviado un correo a ambas administraciones.

La diputación ha contestado que lo retomará y firmará. Blanco apunta que en realidad el compromiso firme existe y de hecho esta aportación económica incluso podría posponerse, porque con lo que han puesto sobre la mesa el resto de los integrantes se alcanza el mínimo que exige la ley para poder constituir formalmente la fundación. Bastaría por tanto con el compromiso del pago simplemente de ambas administraciones.

Hay que tener en cuenta que estas aportaciones constituyen el fondo fundacional, que no se puede usar para el funcionamiento, para lo que tendrían que acudir a convocatorias de ayudas que ya tienen a la vista, tanto de entidades públicas como privadas. Blanco señala que a partir de que se constituya la fundación, se incorporarán empresas privadas (cuyas aportaciones desgravan). La contrapartida sería «un escaparate» en el museo, como hacen las compañías eléctricas. Entre los proyectos que contempla están los denominados paseos matemáticos y de ciencia, con poliedros regulares, una estación meteorológica y un reloj de sol y ya contaban con varias empresas que estaban dispuestas a financiarlos, a cambio de que su patrocinio figurase en la etiqueta descriptiva.

Pero todo esto de momento les está vedado porque «no somos nada, no tenemos entidad», recalca Alfredo Álvarez. Blanco, por su parte, señala que si la diputación y el ayuntamiento firman, la fundación se puede constituir en enero o febrero y ya tienen suficientes iniciativas en el cajón como para echar a andar a buen ritmo.

El museo tendrá tres dimensiones: un espacio físico como sede administrativa (con el que aún no cuenta), virtual y la ciudad como espacio expositivo.

Una de las primeras actuaciones, al hilo de los proyectos ya anunciados, sería volver a ponerse en contacto con la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), que financia la colocación de relojes de sol en el parque de la margen derecha. El proyecto ya estaba confeccionado. Además, existen dos trabajos fin de grado de Ingeniería Industrial en la Uex para rehabilitar la Fábrica de la Luz, que podría convertirse en una central eléctrica y centro de interpretación. También tienen preparadas exposiciones, como la que ha estado en el Museo Etnográfico de Olivenza. Cuentan asimismo con compromisos de donaciones de materiales (ya tienen acordada una de puzzles pitagóricos), que el museo no puede recepcionar porque aún no existe.