Poner en valor la Catedral de Badajoz a través de su museo. Ese es el objetivo que se ha marcado el proyecto de ampliación y renovación del museo catedralicio, cuyo proceso encara la recta final, una vez que han concluido las obras y solo queda por completar su contenido con todos los elementos de musealización. El museo lleva cerrado desde la primavera del 2016 y la fecha de reapertura está pendiente de que se coloque el artesonado de la antigua sala Capitular, cuya trabajo de restauración inició la Junta de Extremadura. Por su mal estado tuvo que ser desmontado y trasladado a un taller de Sevilla y al menos hasta finales de octubre no terminará de colocarse, según explica su director, Juan Román.

Ya se ve cómo será el nuevo museo. «Existe un abismo entre lo que había y lo que habrá», reconoce el director, que ha formado equipo con Jesús Jiménez y la historiadora Rocío Rollano, asesorados por técnicos del Museo de Arte Romano de Mérida para el proyecto museológico. Del museográfico se ha encargado una empresa de Madrid, Diseño de Ledesma.

Los cambios realizados van a suponer un antes y un después en el museo y también de la catedral. Quienes conocieron su disposición anterior, no reconocerán las nuevas instalaciones, totalmente renovadas y modernizadas, no solo en el diseño sino en la disposición de mobiliario, colores y materiales de suelos y paredes (la panelería es de madera inífuga), iluminación (los focos van en carriles colgados del techo) y organización de vitrinas. El sistema eléctrico es nuevo y se han colocado detectores de incendios, alarmas y cámaras de seguridad, además de elementos de accesibilidad como una plataforma elevadora para acceder a la sala Capitular, una silla salvaescaleras para unir las dos plantas y rampas de madera sobrepuestas.

El nuevo museo se ha ampliado y constará de 13 salas temáticas. La cero es la de acogida, con acceso desde la calle San Blas. En la 1 se ofrecerá una proyección y elementos para que el visitante entienda que ha entrado en una catedral, con reproducciones de sus vidrieras iluminadas y la silla de la cátedra del obispo. En la siguiente se mostrará el proceso constructivo mediante un vídeo y se expondrán pergaminos y piezas de piedra y orfebrería, una colección de monedas del Seminario, el cuadro de San Mateo y se presentará al cabildo. A continuación se explicará qué ha significado la catedral para Badajoz, en cuatro partes: la función educativa, con libros importantes como La Gramática de Nebrija, testamentos y la cédula real que constituyó el Seminario como centro universitario. Habrá sitio para la música, con libros corales y piezas originales. En la tercera parte se explicará la actividad sociocaritativa. Hay que recordar que fue el origen del Hospital Provincial. Por último, las fiestas, con especial protagonismo del Corpus, con la exposición de la Custodia. Asimismo se colocará un gran tríptico realizado sobre una obra del pintor y escultor José Manuel Gamero Gil de la plaza de la catedral en el siglo XVII. En otra sala se contará la vida de Jesús a través de pinturas y marfiles y la historia de la Iglesia con cuadros de los grandes santos de la antigüedad y los recientes. Uno destacará entre ellos: San Juan de Ribera, al que se le dedicará una vitrina, con su reliquia y una pintura.

En la estancia donde se conserva el alfar islámico del siglo X se han mantenido dos piezas visigodas y se dedicará a contar la historia de la diócesis y de la archidiócesis. Se mostrarán tres documentos: dos pergaminos originales de los siglos XIII y XV y la bula de Juan Pablo II de 1994. En la 7 se colocarán las obras de Luis de Morales «en diálogo» con la del Greco que ahora se expone en una capilla de la catedral. Esta sala es totalmente nueva porque estaba partida por una escalera sin salida que procedía de la sala Capitular. Junto a la antigua sala Capitular se colocará iconografía mariana, presidida por una pieza única de la Virgen con el Niño de alabastro de Florencia, obra de un discípulo de Donatello.

TIENDA DE RECUERDOS / La habitación que conduce a la salida, la más próxima a la puerta de San Blas de la catedral, se ha renovado. Falta por restaurar la puerta de madera, que ahora desluce del entorno. Esta habitación enlaza directamente con el claustro. Se ha eliminado la humedad y se ha vuelto a lucir con mortero de cal, rescatando su primitiva imagen con una falsa sillería siguiendo el efecto de la fachada. En este espacio se colocará una pequeña tienda de recuerdos para los visitantes. Desde una puerta se accede a otra sala lateral que había sido despacho de acogida de visitas y que se ha adecuado para convertirse en la Sala de la Pieza Invitada, gracias a un convenio de la Catedral con la Diputación de Badajoz. Todos los meses se expondrá una pieza del patrimonio del conjunto de la provincia, no solo eclesiástico. Su presentación tendrá lugar con una conferencia y se exhibirá junto a la proyección de un video para dar a conocer el lugar de donde procede. Además, cada pieza se pondrá en relación con alguna de la Catedral.

Tres cuartas partes del claustro se han pintado y adecentado, De momento no será visitable al completo, hasta que no se reparen todas las cubiertas. Para separar las zonas protegidas se colocarán lonas. Se podrá acceder al lateral donde se conserva la lauda sepulcral de Lorenzo Suárez de Figueroa, la joya de la catedral, cuyo entorno se adecuará para destacarla y explicarla.

Otra estancia singular es el aula didáctica, dedicada a la escuela de Dómine Galindo, maestro de Gramática del siglo XVII en Badajoz. La puerta es de cristal y se ha colocado una gran estantería, que ha resultado de la unión de dos muebles, donde se ha colocado la biblioteca antigua de la catedral, anterior al siglo XX. Contiene alrededor de 300 libros. El más antiguo es una Biblia de 1544. Se completará con paneles de obras clásicas y se complementará con un audiovisual sobre la tarea educativa de la catedral, donde estuvo la primera escuela y fue germen del primer centro universitario.

En la sala Capitular se expondrán los siete grandes tapices flamencos, sobre paneles que se han encargado a una empresa de Sigüenza. Esta sala preservará su función como espacio del cabildo (el órgano de gobierno de la catedral, formado por el dean y los canónigos) y en el centro se colocará la silla presidencial, una mesa y la bancada. Los visitantes no se marcharán sin entrar en el templo, que es la razón de ser de su museo, porque «si entiendes la catedral, entiendes la ciudad», defiende Rocío Rollano.