En representación de los musulmanes de Badajoz, el imán Addel Mohamed Najjar plantea la posibilidad de que la comunidad islámica pueda disponer de un terreno en la provincia de Badajoz para ubicar el cementerio que vienen demandando desde hace años, después de la negativa del ayuntamiento pacense de ceder una parcela en la ciudad.

Tras las palabras de la concejala de Cementerios, Dolores Beltrán, en las que aconsejó a los musulmanes que compren ellos un terreno, en Cáceres, porque es en esta provincia donde hay más musulmanes, el imán de Badajoz sigue defendiendo la postura de que "tenemos el derecho legítimo a ser tratados como ciudadanos de Badajoz, igual que otros que no son musulmanes" y recuerda que si el ayuntamiento tiene la obligación de garantizar a otros pacenses el servicio de cementerio, "nosotros por ser musulmanes no podemos perder este derecho".

No entienden que ellos tengan que comprar un terreno, si los cristianos, por ejemplo, no tienen que hacerlo. "Nosotros queremos ser tratados como todos".

POSTURAS El imán de Badajoz lamenta que después de 5 años de diálogo "al final el ayuntamiento haya optado por cerrar la puerta y decir que no nos lo van a conceder". Sin embargo, ellos se muestran dispuestos a seguir hablando porque están convencidos de que "nadie puede negarnos ese derecho". Durante este tiempo, ha habido momentos en los que las posturas han estado muy cercanas, reconoce el imán, pues la propia concejala envió una carta a la Consejería de Sanidad interesándose por la prohibición de enterrar los cuerpos en el suelo, como recoge la tradición islámica.

Pero una vez que la Junta lo ha permitido, Addel Najjar cuenta que el ayuntamiento se echa atrás, a pesar de que la comunidad musulmana nunca ha reclamado un lugar concreto próximo al cementerio nuevo, sino una pequeña parcela en cualquier lugar para enterrar a sus fallecidos. Estarían de acuerdo con que fuese un cementerio de ámbito provincial, no así regional.

Addel Najjar recuerda que ya ha habido municipios que lo han concedido, aunque ninguno en Extremadura. Ante esta situación, se preguntan cómo ellos pueden seguir viviendo aquí ante la duda de que ocurrirá cuando mueran. Y apunta que en Badajoz no sólo hay musulmanes extranjeros, sino muchos pacenses que han abrazado esta religión. Además, la mayoría de los que vinieron hace años de otros países, ya tienen la nacionalidad española y toda su familia está en Badajoz. Según sus datos, hay al menos un millar en la ciudad. Hasta ahora, los cuerpos de los que han muerto aquí han sido enviados a sus países de origen, a Granada o Sevilla, donde sí hay cementerios.