TRtesulta hiriente que, cada cierto tiempo, los musulmanes de Badajoz aparezcan en los medios repitiendo que necesitan un espacio para enterrar a sus muertos. No me estoy refiriendo a la demanda de un centro cultural. Eso es harina de otro costal. Escribo sobre el cementerio. No acabo de entender cuáles son los motivos que impiden acotarles una zona --el procedimiento es lo de menos-- en la necrópolis municipal. Tampoco ha de ser una finca, basta con darle una extensión proporcional a su número. No puede ser un problema legal, resuelto hace mucho donde se ha querido solucionar.

Tenemos una ignorancia supina no sólo de lo que es el Islam, sino de lo que somos nosotros mismos. Va a ser eso. Ser musulmán es practicar un credo; un modo de creer. No todos los musulmanes son árabes, ni todos los árabes musulmanes. Es más, los musulmanes no árabes son mayoría. En Badajoz hay musulmanes árabes y no árabes. Y no me hablen de moros. Esa forma peyorativa, que en origen no lo era, de tratar a nuestros vecinos es inaceptable en una sociedad que se proclama civilizada. Estoy convencido de que detrás de la negativa a darles una parcela, para que reposen sus deudos, hay racismo puro y duro. Hijo muy directo de la ignorancia y del retraso intelectual y nieto de la catetez. Pero, no por eso, menos peligroso.

Señores del ayuntamiento. Esto es impresentable. Y no defiendo a musulmanes, defiendo a ciudadanos. Y si alguno de ellos no es español y en su país el régimen político es una dictadura y bla, bla, bla, pues más a mi favor. Demuestren ustedes quiénes somos. Pasen por encima de los problemas administrativos. Están ahí para darles solución. Y si no pueden o no saben, que no creo, dejen hacerlo a otros.

De todo esto lo que me preocupa no es el cementerio --que también--, lo que me irrita es que, como siempre, encontramos disculpas para todo y ponemos cara de estar buscando soluciones, cuando no es así. Ustedes, no sé si tienen nombre y apellido concreto o son un colectivo, están bloqueados en este asunto. Les puede su oceánica falta de sensibilidad. Y me quedo ahí. Y luego la concejal de Cultura va y presenta la fiesta de al-Mosassa, que pretende celebrar la fundación de la ciudad por musulmanes, no digo árabes, aunque podría. Obras son amores- Y, ahora, que mis valientes amigos y seguidores me insulten por internet. Seguro que me dan la razón.