El director general de Asistencia Sanitaria, Dámaso Villa, destacó ayer el avance que se ha dado a la hora de controlar el rechazo a los trasplantes gracias a que hay fármacos cada vez más eficaces. También subrayó "las habilidades de los profesionales para pedir la donación de órganos a una familia rota por un fallecimiento". Villa hizo estas manifestaciones en la inauguración de un curso sobre comunicación de malas noticias, al que asisten 44 sanitarios, personal del 112 y forenses del área de salud de Badajoz, donde en los tres últimos años la negativa a donar órganos ha bajado del 40.4% al 22,5%, según Julia del Viejo, directora del seminario del Programa Educacional Europeo para la Donación. Lo dan Manuel Serrano y Carmen Segovia, de la Organización Nacional de Trasplantes.

Del Viejo explicó que se trata de "incidir en enseñar habilidades para comunicar malas noticias, de enseñar a escuchar, de aber si es conveniente algún contacto físico; no tanto ponerse en el lugar de la otra persona como acompañarla en su dolor".

Carmen Segovia señaló que el curso, además de servir a las familias de personas fallecidas, es útil también para los sanitarios que están en contacto con ellas, pues "muchas veces, una aparente frialdad no es más que miedo a no saber qué hacer". Y añadió que "a veces la respuesta a una petición de donación depende de si la familia se ha sentido bien tratada o no; y aunque no haya donación, al menos has ayudado a alguien con su dolor".

El forense Félix Sánchez Ugena, que asistió al curso, reconoció que "también a nosotros nos viene bien aprender a tratar a las familias en esos momentos, pues a veces en el ámbito judicial los problemas se intentan resolver con la Guardia Civil e imponiendo la autoridad, cuando a lo mejor bastaría con un poco de mano izquierda".

En el área de Badajoz hubo 24 donaciones multiorgánicas, según Del Viejo, y 55 candidatos a donar, de los que se contactó con 40 y donaron 24.