La alcazaba árabe se llenó anoche de sonidos flamencos. La cantaora gaditana Niña Pastori y el bailaor sevillano Antonio Canales congregaron a más de 3.000 personas en la explanada del recinto árabe, donde un público impaciente vibró con la actuación de estos dos artistas, que salieron al escenario poco antes de las doce de la noche.

Una hora antes del inicio del Festival Flamenco Guadalupe 2007 ya había gente en el recinto, incluso hubo carreras multitudinarias para coger las primeras filas, y algún que otro enfado de personas que no entendían que tuvieran que sentarse atrás cuando había varias filas de sillas vacías, reservadas para las personalidades. Sin embargo, se apreciaron ausencias, como la del alcalde Miguel Celdrán que no acudió a la cita, pese a haber confirmado su asistencia.

Asistieron la consejera de Cultura, Leonor Flores, la concejala de Cultura, Consuelo Rodríguez Píriz, y el presidente de la diputación, Valentín Cortés.

La cantaora de Gévora Esther Merino abrió el festival y arrancó varios aplausos con sus jaleos extremeños. Después le siguió la actuación del bailaor granadino Manuel Liñán, acompañado por su cuadro flamenco compuesto por ocho artistas, todos ellos vestidos de negro. El público ya empezaba a impacientarse por ver a Canales y a Pastori, cuando el sevillano salió al escenario vestido de blanco y por sorpresa invitó a La Caita, cantaora pacense que se encontraba entre el público, a subir al escenario, donde ella cantó mientras él dio sus primeros taconazos sobre el escenario. En ese momento muchos acercaron sus sillas al escenario para seguir más de cerca la actuación, que arrancó numerosos aplausos.

El ambiente se animaba cada vez más cuando ya por fin salió al escenario Niña Pastori depositando sobre el monumento árabe esas joyas suyas y de otros que poco a poco salieron de su garganta. La gaditana no defraudó, con su arte y su particular voz interpretó los temas más conocidos de los últimos diez años, que ahora ha recopilado en el album Joyas propias , que precede al anterior, titulado Joyas prestadas .

Los alrededores de la alcazaba se quedaron sin espacio para aparcar, aunque el ayuntamiento habilitó plazas de aparcamiento. Por la tradición de flamenco que hay en Badajoz se pensó en este entorno y en este festival, según el comisario del proyecto ´Guadalupe 2007. Año Jubilar´, Teresiano Rodríguez, quien reconoció que este espectáculo "ha sido el más complejo de organizar" por el lugar donde se ha celebrado, más que en Cáceres y en Mérida.