La Asociación de madres y padres de alumnos (ampa) del colegio Enrique Iglesias, de Badajoz, mantendrá la postura de que sus hijos no entren en clase, aunque acudirán cada mañana a las 9.00 horas a las puertas del centro, hasta tener garantía de que no hay amianto en el ambiente tras el desmontaje y retirada de las cubiertas de fibrocemento, de uralita, de los edificios del grupo escolar.

Así lo decidió ayer la ampa después entrevistarse con técnicos de Educación, que les transmitieron la ausencia de riesgos para la salud de los niños y de los profesores, basándose en un certificado de la compañía Fremap, encargada del plan de seguridad de los trabajadores en el proyecto que se realiza en el colegio. Pero el malestar crecía al no dar credibilidad a la palabra de la Administración.

Los niños de Infantil y de Primaria no entraron en el colegio, salvo unos 25. El resto de madres y padres siguieron el consejo de la ampa y se llevaron a sus hijos hasta tener "la garantía por escrito" de la limpieza del centro y de que no quedan restos de asbestos --amianto--; de que este mineral ha sido aspirado y de las mediciones en el interior y el exterior de los edificios que garanticen unas correctas condiciones de salubridad". Así rezaba el comunicado que la asociación colgó en las puertas del centro.

La preocupación y el malestar por esta situación es compartida por el profesorado, que se mostraba, según expresaron algunos de ellos, claramente a favor de realizar las mediciones para tranquilizar a la comunidad escolar de que los alrededor de 400 alumnos no corren peligro.

Junto a la nota de la ampa, la dirección del colegio expuso la copia de un informe de Fremap, en la que un técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales "certifica que los trabajos de desmantelamiento de las cubiertas se han ejecutado con respecto al plan aprobado".

También indica que dicho plan "no contempla realizar mediciones ambientales y por lo tanto no hay ningún riesgo para la salud". La directora del colegio, María Angeles Corral, informó a los padres y a los profesores sobre este informe y las razones dadas por los técnicos de la delegación.

El jefe del Servicio de Obras de Educación, José Manuel Fernández, había explicado por la mañana a padres y profesores que según los responsables de salud no había riesgos. Pero ante la insistencia y la dudas de quienes le escuchaban, intervinieron el coordinador de seguridad y salud de Fremap, Fidel Fernández de Tejada, y el especialista en amianto de la misma empresa Germán Gómez, quienes ratificaron los argumentos expuestos por el técnico y el informe.

El presidente de la ampa, Lucas García, insistió en que la desconfianza de los padres y las madres requería o un certificado con las mediciones ambientales, o hacerlas expresamente, como insistían todos los presentes en la improvisada reunión a las puertas del centro. Al tiempo, pedían explicaciones de por qué se inicia el curso en estas condiciones por una obra que tenía estar terminada hace años.

CLASES POR LA TARDE

Una abuela planteó, ante las dudas sobre las clases, que los días que los niños no puedan entrar se les atienda por la tarde en otros colegios.

Así mismo, Educación hizo pública una nota por la tarde en la que indicaba que el colegio "abre sus puertas hoy con total garantía de seguridad". En él se refería al informe de Fremap, además de explicar que el desmantelamiento de la cubierta de uralita se realizó "gracias a que el nuevo equipo de la delegación provincial ha agilizado los trámites para obtener los permisos pertinentes, unos trámites hasta entonces paralizados". Y añadía que, ante las dudas expresadas por los padres, "esta misma tarde una empresa externa realizará una medición ambiental de la que miembros de la ampa del centro serán testigos".

El especialista en amianto de Fremap, Germán López, explicó que para realizar las mediciones se utiliza un dispositivo estático con un filtro que se coloca en la zona afectada y se deja para que recoja las muestras que después se mandan analizar.

El límite de asbestos a partir del cual hay riesgo es de 0,1 fibras por centímetro cúbico de aire inhalado. El amianto es cancerígeno y en caso de depositarse en los pulmones, como el organismo no puede expulsarlo y puede generar fibrosis pulmonar.

"Pero eso no se da si no se ha manipulado el fibrocemento; por ejemplo, al cortarlo con una radial; entonces se liberan muchas fibras pero no es el caso, porque aquí ni se ha manipulado ni se ha cortado, solo se ha desmontado", explicó Fernández de Tejada.

Javier Flores, que acudió al centro con sus dos hijos, tras recibir la información de la ampa decidió volverse a casa con ellos, "hora puedo hacerlo porque estoy de vacaciones", dijo, tras manifestar que estaban de acuerdo con los demás padres y madres en demandar un informe sanitario que diga si hay o no amianto.