Encarna Galván y Faustino Aliseda recordaban ayer que cuando el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) se creó su plantilla se reducía a tres trabajadores. Desde entonces han pasado 25 años, tiempo en el que poco a poco se fueron ampliando las prestaciones, llegaron nuevos compañeros y se fue incrementando la población atendida. Su trabajo no ha sido fácil, pero siempre han tratado de transmitir un mensaje claro a las personas que recurren en busca de ayuda a los Servicios Sociales: "No hacemos caridad, es un derecho de los ciudadanos".

Ahora, el IMSS cuenta con 60 trabajadores y casi todos estaban ayer arropando a Encarna y Faustino en el homenaje que recibieron por sus 25 años de trabajo en este organismo. El alcalde, Miguel Celdrán, fue el encargado de felicitarles por ser "dos ejemplares funcionarios" y de entregarles un recuerdo de este día.

"La suerte que hemos tenido es que no hemos desarrollado un mismo trabajo durante todo este tiempo, sino que hemos estado trabajando en todos los campos de los Servicios Sociales", valoraba Faustino.

En estos 25 años ha evolucionado también el perfil de los usuarios, que se ha ampliado "y no se corresponde con la imagen que tiene la gente de pobreza o marginalidad", sino de personas que pasan por un bache.