"No estamos utilizando ni un milímetro cúbico de hormigón. Estamos restaurando la muralla con tapial, que se hace con un encofrado de madera y solo usamos barro, cal y arena". Así lo aseguró ayer Jorge López, uno de los arquitectos del proyecto de restauración de la alcazaba junto a Julián Prieto y Jaime Gómez de la Peña, para replicar a los colectivos que han criticado el abuso de este material en la restauración del recinto. Por otro lado, el arquitecto señaló que la muralla restaurada presenta un color más blanco --originariamente era así-- por la técnica que se utiliza para empastar, aunque con el tiempo volverá a oscurecerse.