Las mujeres del siglo XXI han conseguido salvar con éxito numerosas trabas, algunas han viajado incluso al espacio, sin embargo hay algo para lo que una amplia mayoría no se siente preparada: la maternidad.

A pesar de la cantidad de información existente y de la preparación de la madre actual, las mujeres reconocen sentirse bien atendidas e informadas hasta el momento del parto, pero después del alumbramiento se encuentran con que el niño llega sin manual de instrucciones.

La necesidad sentida y expresada por las madres en las consultas de Atención Primaria, hizo que surgiera, hace tres años, el Taller de Madres del centro de salud del casco antiguo de Badajoz, una iniciativa pionera que "surgió como una respuesta educativa con el fin de evitar la angustia que genera la maternidad", según explicó la coordinadora del taller, María Teresa Muñoz.

Respuestas

Por este taller han pasado ya unas 200 madres, que durante nueve sesiones, de hora y media cada una, han podido encontrar respuestas a sus interrogantes, lo que les ha proporcionado la tranquilidad buscada. "Llegan sin saber porqué llora el niño, si come la cantidad adecuada, o cómo actuar si se presenta fiebre, y desconocen la manera de solventar la problemática".

El principal objetivo que se propuso María Teresa Muñoz al diseñar este taller fue "disminuir la angustia ofreciendo conocimientos, dotándolas a ellas de habilidades para que sepan manejar esos conocimientos", según explicó.

Además, esta actividad hace que las propias madres actúen como verdaderos grupos de autoayuda entre ellas y se conviertan en agentes de salud. "Las madres son las aliadas perfectas para hacer promoción de la salud integral dentro de la comunidad".

En grupos de entre ocho y diez acuden al taller, en el que se tratan temas relacionados con el desarrollo y crecimiento del niño en el primer año, la lactancia y los cuidados básicos, desde cómo curar un ombligo a prevenir accidentes, dentición o estimulación temprana.

"Se lo toman tan en serio y ponen tanto interés que si alguna falta justifica la ausencia, incluso hay madres que repiten en el taller cuando tienen el segundo y el tercer hijo", según la responsable, quien recuerda que "la fiebre es una preocupación común, pero la lactancia les supone un trauma tremendo, el hecho de no saber si están o no tomando la cantidad adecuada les angustia muchísimo".

Las madres actuales han cambiado positivamente respecto a sus madres y abuelas, "ahora tienen una mayor amplitud de visión, buscan información y solución a los problemas que les angustia".