La barriada de San Roque volvió ayer a la normalidad tras la apertura del nuevo puente que ha construido la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) y que comunica esta zona con el centro de la ciudad. Después de ocho meses de obras, en los que hubo que reorganizar el tráfico para modificar las entradas y salidas, --causando serias molestias a residentes y comerciantes--, la arteria principal de San Roque recuperó ayer la actividad.

Eran las 10.45 de la mañana cuando los vecinos aplaudían entusiasmados al primer coche que circulaba por el nuevo puente, que se puso en servicio tras la inauguración, en la que estuvieron presentes la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, y el presidente de la CHG, Enrique Calleja.

Este puente ha supuesto una inversión de 563.000 euros y sustituye al construido en los años 40, cuya capacidad de desagüe resultó insuficiente en la avenida extraordinaria de noviembre de 1997. Tiene una longitud de 52 metros y un ancho de 21 metros, por lo que es más amplio que el anterior.

El presidente de la CHG recordó ayer que el objetivo principal era cumplir los plazos previstos y conseguir que pudiera pasar por él la procesión de La borriquita que sale de San Roque el domingo de Ramos, y recordó que del antiguo puente se han aprovechado algunos elementos.

MAS SEGURO La diferencia con el anterior es que en éste se ha aumentado la capacidad de desagüe, garantizando la seguridad desde el punto de vista hidráulico y para el tráfico. "La capacidad de desagüe se ha realizado teniendo en cuenta los retornos a 500 años", señaló.

El conjunto de la obra para adecuar los arroyos Rivillas y Calamón ha supuesto una inversión de 20 millones de euros, a los que hay que sumar otros 35 que se han destinado a las expropiaciones, y otros 4 millones que costará la adecuación ambiental de los márgenes de los arroyos, que se iniciará en breve.

El alcalde recordó que en noviembre se cumplirán diez años de la fatídica riada que sufrió la ciudad, así como el proyecto que se redactó poco después, "que hoy en parte casi lo hemos concluido". En su opinión, "tal vez podríamos haber realzado un poco más los puentes, aunque la función principal era preservar a estas zonas de la riada de retorno y que los vecinos gocen de seguridad y tranquilidad". Celdrán admitió que aún quedan pendiente algunas expropiaciones.

La circulación por San Roque volverá a seguir igual que antes de iniciar esta obra, por lo que en el puente del Revellín se invierte el sentido y será de salida del barrio, sin embargo la calle Alfonso XIII "quedará como ha estado durante la obra, con salida a la avenida Manuel Rojas", según el concejal de Tráfico, Alejandro Ramírez del Molino.

Para los comerciantes, el día de ayer era muy esperado, "porque han sido ocho meses en los que algunos empresarios lo han pasado mal", indicó el presidente del colectivo, Juan María Corrales, quien aseguró que "esta misma semana ya notaremos que vuelve a funcionar".