La ciudad amaneció ayer envuelta en humo y con un intenso olor a quemado, lo que alarmó a muchos pacenses que desde primeras horas de la mañana llamaron preocupados a la policía local y a los bomberos para interesarse por el origen del humo.

Aunque la presencia del humo empezó a detectarse el día antes en algunas zonas de Badajoz, fue ayer cuando se hizo más patente, lo que incrementó el número de llamadas en las centralitas de policías y bomberos. "Algunos ciudadanos creían que había un incendio en su edificio", según comentaron fuentes de la Policía Local de Badajoz.

Después de realizar varias gestiones con el Servicio del 112, el jefe del Servicio Municipal de Extinción de Incendios, Fernando Bermejo, aseguró que el humo procedía de los incendios forestales que están afectando al interior de Portugal.

EN EL AIRE "Hemos realizado gestiones con el 112 y con los bomberos de las zonas limítrofes portuguesas y nos han comunicado que no hay ningún incendio importante en los alrededores", aseguró Fernando Bermejo. Al parecer, el humo se encontraba suspendido en las capas superiores, "pero al irse el sol y descender las temperaturas, el aire que está en las capas superiores de la atmósfera desciende, y este aire está cargado de humo, como no hay viento se ha quedado sobre la ciudad".

A medida que avanzaba la mañana, el humo dejó de verse y también desapareció el olor a quemado, tal y como había avanzado el jefe de los bomberos pacenses. El incremento de las temperaturas y las corrientes térmicas llevaron el aire hacia arriba, "aunque la situación podría perdurar algún día más si no hay vientos", según indicó.

El 112 comunicó a la población, a través de su web, que la "neblina" observada en la capital pacense y en las Vegas Bajas del Guadiana procedía de los incendios de Portugal y aseguró que "dichos incendios no suponen ningún riesgo para la franja fronteriza extremeña".

El Servicio de Urgencias y Emergencias 112 solicitó a la Consejería de Sanidad que se analizaran las partículas suspendidas en el aire con el fin de garantizar la seguridad de la población, en concreto de algunos grupos de riesgo. Aunque finalmente el humo no supuso ningún peligro para la salud de la población.

Algo similar ocurrió hace dos años, cuando también se produjo una oleada de incendios en Portugal. Asimismo, el pasado 21 de julio varias zonas de Extremadura, como Cáceres y Plasencia, amanecieron cubiertas de humo, también procedente del país vecino.