En poco más de un mes y desde el mismo día en que se inauguró, el pasado 28 de enero, la nueva sede de la Biblioteca del Estado Bartolomé J. Gallardo de Badajoz se ha convertido en un punto de referencia en la ciudad, para los ya socios y para los que se han animado a serlo tras visitar las nuevas instalaciones. Solo en un mes se han realizado casi 1.400 carnets nuevos, con lo que la biblioteca cuenta ya con más de 25.000, pues en el anterior edificio ya había más de 23.800. Pero no para todo se requiere carnet y el contador de personas indica que han entrado en el recinto 6.500 personas solo en el primer mes, así como se han realizado 15.774 préstamos de documentos.

"La verdad es que hemos estado un poco desbordados", reconoce la directora de la biblioteca, Carmen de la Carrera, quien sin embargo prefiere ser prudente porque aún es pronto para hacer balance sobre la cifra de usuarios, ya que es consciente de que al principio acuden muchos curiosos a conocer el edificio e incluso se sacan el carnet, pero puede que un porcentaje de estos usuarios no vuelvan. También han acudido muchos estudiantes porque ha coincidido con la época de exámenes "pero este no es el perfil de usuario que queremos en la biblioteca". Por eso, prefiere dar "tiempo al tiempo" para obtener conclusiones de datos más fehacientes.

La directora es consciente de que las nuevas instalaciones han captado nuevos lectores, pues "ya se ve un buen perfil de usuarios que son fijos", sobre todo de personas que viven en los alrededores. Tampoco se han perdido los usuarios anteriores "que continúan viniendo", pues había personas que pasaban a diario por la antigua sede y siguen haciéndolo en la nueva dirección.

Además, como la nueva biblioteca ofrece más servicios y actividades de fomento de la lectura que en el otro edificio no se podían organizar por falta de espacio, eso hace que se realicen más carnets para que los interesados puedan participar en estas nuevas actividades.

TALLERES De momento ya funcionan tres clubes de lectura y dos talleres. Uno de los clubes es el de Pasión de papel y comenzó el martes pasado. También se ha puesto en marcha otro en portugués denominado La Lengua de Camoes que se inició el 7 de marzo, dirigido aquellos que ya pueden leer obras en el idioma del país vecino con el objetivo desarrollar competencias en la oralidad y adquirir conocimientos de la lengua y la cultura general portuguesa. El tercer club es el de lectura y cine, Leer en imágenes , y los miembros leerán (empieza el 14 de marzo) obras literarias que hayan sido llevadas al cine.

El taller de iniciación al lenguaje y la escritura audiovisual, que empieza hoy lunes, tiene como objetivo descubrir las claves del lenguaje audiovisual diferenciando el del medio cinematográfico y el televisivo.

El taller de fomento de la lectura a través del desarrollo de la inteligencia emocional comienza mañana y está dirigido a niños de 3 a 5 años. Posteriormente se organizará otro para escolares a partir de 6 años. También tienen pensado otro para adultos. Además, hay un programa para todo el año para la biblioteca infantil con cuentacuentos, guiñol y teatro. El mes próximo se iniciarán talleres musicales y también los habrá de papiroflexia y guiñol.

Todas estas nuevas actividades se pueden desarrollar en la nuevas instalaciones porque cuentan con dos salas más la polivalente o salón de actos, que no disponía el edificio anterior. En la antigua sede comenzaron un club de lectura porque en todas las bibliotecas los había, pero como no disponía de ninguna sala, se reunía en un apartado donde estaba el fondo local y protestaba el público, por lo que tuvo que suspenderse.

Ahora la biblioteca solo cuenta con un trabajador más en la plantilla que la antigua sede. Carrera sabe que es insuficiente, pero también entiende que con los tiempos que corren no se puede aspirar a más personal, aunque confía en que en un futuro se atienda esta demanda para poder prestar un mejor servicio.

Muchos son los elogios que ha recibido el nuevo edificio. Y también críticas, por parte sobre todo de estudiantes. Pero la directora apunta que la misión de la biblioteca pública no es para quien estudia con sus propios apuntes y requiere absoluto silencio, sino que es un lugar de encuentro, formación, con visitas guiadas, acceso a nuevas tecnologías, actividades de fomento de la lectura y talleres, "y tiene cabida todo el mundo", pues otros ciudadanos no tienen acceso a bibliotecas universitarias o escolares.