Las constructoras que requieran la licencia municipal de obra y la de apertura deberán justificar que han vertido sus escombros en la planta de residuos sólidos que proyecta el ayuntamiento con un justificante de la empresa que gestionará esta instalación. Este es uno de los aspectos que regula la nueva ordenanza del control de residuos procedentes de obras de demolición en Badajoz, que ayer fue aprobada por la Comisión municipal de Urbanismo.

La nueva ordenanza pasará a pleno el próximo viernes y tras su aprobación inicial se someterá a exposición pública durante un mes para la presentación de alegaciones, antes de su aprobación definitiva.

La concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, informó de que la concesión de la planta de escombros se hará inmediatamente después, pues primero hay que regular el control de los vertidos. El gestor de esta planta tendrá que certificar que efectivamente se han arrojado allí determinados metros cúbicos de una obra si el constructor quiere que el ayuntamiento le conceda la licencia de apertura.

Herrera señaló que esta ordenanza es importante porque pone coto a un problema que sufre la ciudad, con la proliferación de escombreras. De esta regulación se excluyen los enseres y la maquinaria industrial, así como residuos industriales, agrícolas y de minas, incluidos lodos. La ordenanza supondrá la aplicación de nuevas tasas, así como sanciones por el incumplimiento. En su elaboración han participado la Policía Local, Hacienda, Vías y Obras y Urbanismo.

CARBONERA Por otro lado, la concejala informó de la expropiación de una carbonera que existe en el parque de La Picuriña con la que el ayuntamiento llevaba en pleitos más de diez años, hasta que finalmente ha conseguido hacerse con el terreno, que servirá para ampliar el parque. Al ayuntamiento le supone un gasto de 49.000 euros.

Dentro del orden del día de la comisión, también se abordó el decreto de la Junta de aprobación del Proyecto de Interés Regional de la finca Los Rostros, donde Joca está construyendo viviendas del Plan 60.000 y que supone una modificación del actual Plan General de Ordenación Urbana, porque requiere la recalificación de un terreno rústico. Esta modificación tiene que esperar a la aprobación del nuevo planeamiento.

Respecto a este mismo proyecto, Herrera informó de que la tierra procedente del desmonte de la finca para allanar el terreno se está vertiendo en el Club de Golf.

En cuanto al edificio de Las Catequistas , en la calle Santo Domingo, el proyecto de rehabilitación propuesto por los propietarios se deja pendiente del nuevo PGOU, que se adapta a la petición, porque el anterior requería que fuese modificado.