El taller de reparaciones y revisiones de trenes que Renfe va a habilitar junto a la estación de Badajoz tendrá una superficie de 1.200 metros cuadrados (120x10), frente a los 360 con los que contaban las antiguas dependencias, en desuso desde hace cuatro lustros. Esta actuación ya fue anunciada por Renfe, que en septiembre concretó que el plazo de ejecución se acortaba al reducir las tres fases del proyecto a una única. La previsión es que pueda estar listo en verano del 2019. El presupuesto es de 1,1 millones de euros.

La Comisión municipal de Urbanismo dio cuenta ayer de la aprobación inicial del estudio de detalle (por decreto del alcalde) de la manzana propiedad de Renfe donde se ubicará el futuro taller, en una franja ampliada del espacio que ocupa el antiguo, enfrente de la estación ferroviaria, al otro lado de las vías, que se bifurcarán para que los trenes entren en las instalaciones. En la actualidad, las reparaciones y mantenimiento se realizan en Madrid, aunque desde primeros de diciembre en Badajoz funciona un puesto técnico para la revisiones y reparaciones urgentes.

El motivo por el que la aprobación inicial ha pasado por Urbanismo es que existe una parcela colindante, con uso residencial y de titularidad municipal, y dada las características de la nave del taller, no permitirá los 6 metros de retranqueo que contempla el Plan General Municipal (PGM).

Por otro lado, el pleno municipal convocado este jueves incluirá la aprobación definitiva del estudio de detalle de la ordenación de volúmenes de una parcela de Villafranco del Guadiana donde se construirá un centro cívico. Este estudio sustituye la tipología de la edificación, que pasa de abierta exenta a ser alineada, para poder ocupar todo el espacio disponible, pues el ayuntamiento ha preferido una sola planta para facilitar la accesibilidad, en lugar de dos, como está permitido.

Asimismo, la comisión abordó la aprobación inicial de una modificación puntual del PGM para la redelimitación de dos sectores de suelo urbanizable situados en Huerta Rosales debido a que, por un «error», en la última revisión del plan no se tuvo en cuenta la existencia del antiguo edificio de ITI, que quedaría fuera de ordenación y además lo atravesaría un vial. Con esta redelimitación se «salva» el edificio y se dará continuidad a la avenida Godofredo Ortega y Muñoz, que quedaba interrumpida en la rotonda.