La Policía Nacional y la Local mantenían anoche cercada la confluencia entre las calles Olof Palme con Eduardo Naranjo, en Suerte de Saavedra, a la hora de cierre de este edición. Los vecinos ya estaban temiendo que cuando se marchasen los agentes, estallase otra vez el conflicto, pues no creen que la disputa abierta haya terminado aún.

Un nuevo tiroteo ocurrido ayer a las 20.25 horas entre las dos mismas familias enfrentadas el día anterior, se saldó con al menos un herido por disparos de escopeta de caza. Las lesiones fueron leves. La Policía Nacional y el Servicio Extremeño de Salud confirmaron que un hombre había sido trasladado al hospital Perpetuo Socorro. La víctima presentaba heridas de perdigón por todo el cuerpo, aunque eran superficiales y se preveía que fuese dado de alta en cuanto se las curasen.

La investigación policial continuaba anoche abierta y no hubo confirmación oficial de cuántos disparos se produjeron. En un primer momento, tras recibir el aviso del tiroteo, en la zona se apostaron cuatro vehículos policiales de ambos cuerpos, con una decena de agentes. Según fuentes oficiales consultadas, hubo cuatro o cinco disparos. Pero testigos presenciales aseguraron haber escuchado una veintena de detonaciones. En el momento en que se produjeron, a última hora de la tarde en una jornada especialmente calurosa, había decenas de personas en la calle, bajo los soportales, entre ellas muchos niños. Estas mismas fuentes hablaban de que había un segundo herido, pero ni el SES ni la policía lo confirmaron.

Vecinos de estas calles manifestaron que el tiroteo lo inició la familia de los dos hombres y la mujer que resultaron heridos el día anterior, como venganza por lo ocurrido. El viernes el tiroteo tuvo lugar sobre las 15.00 horas en el mismo lugar, en la confluencia de las mismas calles y el presunto autor fue identificado, aunque ayer no había sido detenido. Los heridos fueron atendidos en el lugar de los hechos por personal del servicio 112, que trasladó una ambulancia y solo la mujer tuvo que ser derivado al hospital Infanta Cristina con lesiones por el impacto de perdigones en los brazos y el pecho, pero recibió también el alta poco después porque las heridas no revestían gravedad. Su familia respondió ayer con nuevos disparos.

Los vecinos temen que esta disputa no ha terminado y que habrá nuevos enfrentamientos. Ayer, la Asociación para la Recuperación de los Colorines y Suerte de Saavedra volvía a reclamar a la Delegación del Gobierno en Extremadura que funcione en el barrio una comisaría. Este colectivo señalaba que otras zonas más tranquilas, como el Casco Antiguo, tiene dos (una de la Policía Nacional y la jefatura de la Local) y en San Roque hay otra. "En nuestra barriada, donde hay tiroteos un día sí y otro también, no hay ninguna", se lamentaba Antonio Chacón, portavoz de la asociación.