La Audiencia juzgará el 13 de septiembre a F. M. G. D., el único de los ocho acusados que queda pendiente en el caso conocido como el tiroteo del campus, dado que de los demás, uno --el padre de un acusado-- fue absuelto en la vista anterior; y otros seis aceptaron penas menores en un acuerdo de conformidad, en el juicio que se vio el 30 de marzo pasado. En él, el letrado José Duarte, defensor del inculpado que queda, pidió al tribunal que se abstuviera por considerar que estaba contaminado al haber resuelto recursos anteriores, por lo que podrían ser recusados. El presidente, tras deliberar con los otros dos magistrados optó por abstenerse y suspender la vista.

Previamente, el fiscal ya había retirado la acusación del padre de uno de los encausados y alcanzado un acuerdo con las defensas de otros seis, con penas que se redujeron de 21 a 6 meses de prisión, pero mantuvo la acusación de tenencia ilícita de armas y lesiones contra F. M. G. D., a quien juzga un nuevo tribunal el día 13.

El fiscal solicita para él penas de 7 años y 6 meses de prisión por los hechos ocurridos durante una reyerta por el control de la vigilancia de una obra del campus pacense, el 18 de agosto del 2010, y en la que resultó herida de bala una persona, al parecer de un subfusil que no ha sido hallado.

La víctima, que no acudió a curarse a un centro sanitario --lo llevaron después-- y que no presentó denuncia, estaba citado ayer en calidad de testigo "perjudicado", pero no tenía representación como acusación particular en la vista.

El acusado mantiene su inocencia, según Duarte, ateniéndose a los autos anteriores de sobreseimiento por falta de pruebas y por que no se ha hallado el arma con el que se produjeron los disparos, si bien el fiscal mantiene que hay una grabación en la que se observa un arma de guerra. Durante la instrucción se entregó una pistola de bolas, pero ha quedado al parecer descartada.