Los nuevos usos que plantea la Diputación de Badajoz con el Plan Director del Hospital Provincial San Sebastián son compatibles con el Plan Especial de Ordenación, Protección y Actuación del Centro Histórico, dentro del Plan General Municipal (PGM), según recoge el informe urbanístico que figura en la memoria.

El Plan Especial del Centro Histórico (que precisamente elaboró Julián Prieto, uno de los tres arquitectos a los que la diputación ha encargado el Plan Director del hospital), califica este edificio como Sistema General Equipamiento Público, como lo son el palacio de congresos y el teatro López de Ayala, y la manzana no tiene asignado uso pormenorizado específico, "pudiendo asumir cualquiera de los referidos, es decir, enseñanza, hotelero, administrativo, sanitario, recreativo y social, bienestar y asistencial, comercial, servicios urbanos y deportivos", según el citado informe.

Eso sí, cuando se trate de implantar usos que no están contemplados en la obra original, quedarán supeditados a las condiciones reales del edificio y será el ayuntamiento el que determine la admisión de uso o la compatibilidad cuando otorgue la licencia. Por todo ello, el Plan Director del hospital concluye en su informe urbanístico que "no habría dificultad en el encaje de la propuesta planteada como conglomerado de actividades". Añade además que los usos terciarios propuestos (comerciales, restauración y ocio) son viables porque este inmueble se encuentra fuera del ámbito catalogado como Zona Saturada de Ruidos por el ayuntamiento, que impide la apertura de nuevos negocios.

Además de la urbanística, el Plan Director argumenta la viabilidad patrimonial de la propuesta. Este edificio está catalogado en el Plan Especial como Arquitectura singular con carácter monumental y nivel de protección B (tipológica en grado 1, la A sería protección integral), que corresponde a los bienes incluidos en el Inventario del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, pero no se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC). Se puede someter por tanto, según recoge la memoria, a obras de rehabilitación, de reutilización, de consolidación, reformas menores y ampliaciones. Para los autores del Plan Director, esta protección se refiere exclusivamente a la arquitectura histórica, pero no a la añadida en los años ochenta, como figura en el plano que acompaña esta información. Teniendo en cuenta que el inmueble se ha rehabilitado en numerosas ocasiones y pasó de dos plantas a cuatro, cualquier intervención debe delimitar las zonas originales y las ampliadas y contar con el parecer de la Comisión Provincial de Patrimonio.

Sin embargo, Badajoz Adelante (BA) no está de acuerdo con estos planteamientos. A través de un comunicado, la formación política que preside Antonio Manzano, lamentó ayer, en primer lugar, que no se haya contado con la opinión de los ciudadanos para un proyecto "de esta envergadura". Al mismo tiempo alertó de que se vayan a "destrozar" dos fachadas, la de San Atón, con unos soportales, y la principal de la plaza de Minayo, "que es literalmente abierta en canal para crear tras ella una calle interior al aire libre, que la separa del resto del hospital y hacer una galería comercial de varios pisos de estilo moderno sobre la fachada del siglo XVIII y el antiguo claustro". Según BA, esta propuesta "es un verdadero despropósito, un atentado al monumento y un atropello inaceptable al patrimonio histórico de Badajoz". Estas siglas defienden que se va a acometer una "ilegalidad" porque el grado de protección del hospital no permite la actuación proyectada, ya que interpreta a partir de los planos que se están exponiendo que se van a "alterar sus fachadas, agujerearlas y desvirtuarlas, destrozar su estructura, derribar forjados, partir el edificio en dos al arrasar la primera crujía del edificio para convertirla en una calle, construir encima y modificar sus partes esenciales".