Son animales esquivos y no siempre resulta sencillo verlos. Pero la realidad es que la presencia de la nutria en el Guadiana se ha incrementado considerablemente en los últimos años. Por eso, con un poco de suerte y paciencia, se pueden contemplar ejemplares de esta especie protegida en tramos urbanos del río, como los que aparecen en las fotografías, que hace solo unos días estaban junto al puente de Palmas.

El último muestreo de indicios realizado por un equipo de biólogos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) constata que las nutrias están reconquistando la cuenca. En el 94% de los puntos analizados se ha verificado su presencia, frente al 60% que dieron positivo en un estudio anterior realizado en la década de los 80. El Guadiana es de los ríos peninsulares con mayor número de nutrias --se hará un censo en el futuro-- y, de hecho, se han llevado muchos ejemplares de su cuenca para repoblar ríos catalanes.

Y, ¿cómo se detecta a estos mustélidos? Por sus excrementos. Aunque también se alimenta de pequeños peces, el ingrediente principal de su dieta es el cangrejo americano, una especie invasora que las nutrias ayudan a eliminar de manera natural por el estómago. Los trozos de los caparazones de estos crustáceos que no digiere y los expulsa con las heces. Eso sirve a los biólogos para seguirles el rastro.

Además chequear la población, la CHG ha está usando técnicas de fototrampeo para hacer un seguimiento y estudiar su comportamiento.

¿Cuáles son los motivos de este incremento poblacional? El presidente de la CHG, Eduardo Alvarado, apunta varios. Por un lado, porque la calidad del agua ha ido mejorando --tradicionalmente las nutrias han sido utilizadas como indicador biológico para valorar esta circunstancia--, pero también porque paulatinamente se ha ido adaptando a las infraestructuras hidráulicas, de abastecimiento y, especialmente, de riego. Esto ha hecho que su presencia se haya empezado a constatar en zonas transformadas como en los tramos urbanos de Badajoz y Mérida, en las colas de los embalses, en las zonas de cuenco o en los canales de regadío.

En este sentido, Alvarado destacó que en el caso de Badajoz, las obras de recuperación del río favorecerán a las nutrias, puesto que desaparecerán "muchos elementos o restos de residuos que son nocivos para estos animales". Y es que la contaminación es su principal enemigo.