La Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Misturas y Geb Integral será la encargada de realizar las obras de rehabilitación del edificio de La Galera, en los jardines del mismo nombre. Su oferta ha sido la elegida por la mesa de contratación entre las nueve que se presentaron al concurso convocado por el Ayuntamiento de Badajoz. El órgano de contratación tiene que ratificar ahora la propuesta. El importe de la adjudicación es de 846.778 euros, más de 321.000 euros por debajo del presupuesto base de licitación (1.168.455 euros). La actuación se llevará a cabo con fondos procedentes del Ministerio de Fomento a través del 1,5% Cultural y otros procedentes de las arcas municipales.

El edificio de La Galera, una construcción del siglo XVI declarada Bien de Interés Cultural (BIC), se convertirá tras su restauración integral en una sala multiusos que podrá albergar actos culturales, talleres y recepciones oficiales, además de incorporarse al patrimonio local como un atractivo turístico más de la ciudad. Este inmueble, que ha tenido diferentes destinos a lo largo de su historia, fue devuelto al ayuntamiento hace cinco años por la Junta de Extremadura, que dejó de utilizarlo como almacén del Museo Arqueológico en 1989. Desde entonces, el edificio no ha tenido ningún uso, salvo para guardar algunas herramientas y material para el mantenimiento de los jardines de La Galera.

OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN / El proyecto de intervención, redactado por técnicos municipales, pondrá en valor los elementos más destacados de la construcción, dotará de las instalaciones necesarias para sus nuevos usos y mejorará su accesibilidad, para lo que se diseñarán las rampas de acceso que comunican el inmueble con la calle a través de los jardines y se sustituirá el actual canto rodado por otro de menor grosor, facilitando así el tránsito de las personas con dificultades de movilidad y en sillas de ruedas. Además se solventarán los problemas de humedades del edificio que, aunque como explicó en su día la arquitecta municipal, Begoña Galeano, no presenta patologías graves, sí sufre filtraciones, fundamentalmente por el mal estado de la cubierta —que se repondrá en su totalidad— y por la propia vegetación que lo rodea. Así, para tratar de acabar con las humedades se reforzarán los puntos críticos de acceso directo de las aguas pluviales y se renovarán los revestimientos atendiendo a las indicaciones de los estudios arqueológicos.

El edificio de La Galera, adosado a la torre de Espantaperros por su parte sur, tiene casi 470 metros cuadrados entre el semisótano y la planta principal, con una nave de 30 metros de largo por 17 de ancho dividida por cinco bóvedas de cañón, que rematan las bóvedas de crucería, y apoyadas sobre columnas de capiteles diferentes. La intervención en el interior consistirá en restaurar los elementos más significativos como las bóvedas y la solería, recuperando la original. También está prevista la restauración del muro de la torre de Espantaperros, que se dejará a la vista. En estos momentos, el inmueble carece de instalaciones, salvo la eléctrica -en un estado pésimo- por lo que se renovarán el sistema eléctrico y el saneamiento y se construirán dos aseos y un ‘office’. La sala principal será la sala multiusos, la inferior paralela a la fachada permitirá un contenido museográfico y la estancia adosada a la muralla será para infraestructuras.

El proyecto tiene un plazo de ejecución de ocho meses a contar desde la firma del acta de replanteo.