Las obras de rehabilitación del edificio de La Galera han sacado a la luz un tramo de muralla taifa del siglo XI localizado en las dos pequeñas salas contiguas a la nave principal. Al eliminar los revestimientos, ha aparecido un segmento de unos 14 metros de longitud, a modo de zócalo, sobre el que se aprecia el recrecido que se realizó en el siglo XII de tapia almohade, además de otros añadidos posteriores. Este hallazgo quedará a la vista del público y se musealizará con señalética, según apuntó el concejal de Turismo y Patrimonio, Jaime Mejías, quien destacó la «importancia» de estos restos arqueológicos porque son muy pocos los que se conservan de la época taifa en la alcazaba.

En este sentido, los arqueólogos José Márquez y Montserrat Girón, responsables de este hallazgo, explicaron que era conocido dónde estaba la muralla taifa por restauraciones anteriores y que este nuevo tramo es la continuación de la que ya está al descubierto en el exterior del edificio. «El 90% de lo que se ve en la alcazaba es almohade, pues la muralla taifa quedó embutida en la que se construyó en el siglo XII, por eso se puede contemplar en muy pocos sitios y este será uno de ellos», señaló Márquez. No será lo único que quede a la vista del público tras las obras, pues también se ha eliminado el revestimiento del muro almohade del espigón de la torre de Espantaperros, en la nave principal del inmueble, recuperando el original, «una especie de imitación de sillería».

Las trabajos para la puesta en valor del edifico de La Galera, en los jardines del mismo nombre y que ha permanecido cerrado durante 40 años, comenzaron a finales del pasado verano. En esta actuación, con la que se convertirá este inmueble una sala de usos múltiples para acoger actividades culturales, se han invertido 848.685 euros, cofinanciados por el 1,5% Cultural (65%) y el propio ayuntamiento (35%). El plazo de ejecución de las obras es de 8 meses, pero Mejías estimó que finalmente serán diez, por lo que la previsión es que el edificio reabra con su nuevo uso el próximo mes de agosto.

Las obras, que está realizando Construcciones y Restauraciones Olivenza, afectan al exterior y al interior del edificio. Ya se ha terminado prácticamente la renovación de la cubierta, para acabar con los problemas por las filtraciones y también con los que causaba la vegetación. Además, se mejorarán los accesos a través del jardín, rediseñando las rampas y sustituyendo el canto rodado por otro de mayor grosor para facilitar el tránsito de sillas de rueda y de personas con movilidad reducida.

«La joya de la corona», como denomina el concejal de Turismo y Patrimonio a la nave principal del edificio, recuperará la cota del suelo original y se mantendrá el dibujo de un mapa de España que se realizó cuando el inmueble se usó como colegio. Este espacio, con 30 metros de largo por 17 de ancho y está dividido por cinco bóvedas de cañón, que se rematan en bóvedas de crucería, apoyadas por cuatro columnas con capiteles diferentes, se mantendrá diáfano y será el que se utilice para conciertos, conferencias o coloquios.

En las salas del semisótano, con entrada por un lateral, se habilitarán una pequeña recepción, los aseos y una tienda de souvenirs. El edificio de La Galera se incluirá, una vez rehabilitado, en los recorridos de las visitas guiadas que organiza la Concejalía de Turismo.

Esta actuación también incluye dotar al inmueble de todos los suministros básicos, de los que hasta ahora carecía.