El proyecto de restauración de Puerta Trinidad, uno de cuyos muros se derrumbó hace ahora ocho meses (ocurrió el 26 de diciembre pasado) contempla actuar en dos puntos. Por un lado se recuperará el muro de la puerta que se cayó, cuyo relleno era de tierra vegetal. Primero se procederá a vaciarlo y volver a llenarlo con tierra compactada, se recubrirá con piedra, se revestirá de cal y se impermeabilizará. Además, se consolidará otro muro situado en la rampa de acceso al camino de ronda del semibaluarte, que se encuentra en muy mal estado y corre peligro de venirse abajo. Previamente se realizarán tres catas y habrá seguimiento arqueológico de la obra.

El concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, compareció ayer para explicar actuaciones con cargo al remanente del 2012 en materia de rehabilitación del patrimonio. En Puerta Trinidad la inversión será de 205.700 euros. El proyecto tiene que recibir el visto bueno de la Comisión de Patrimonio Histórico y Rodolfo mostró su confianza en que a lo largo de septiembre comience la retirada de los escombros.

Previamente se ha realizado un estudio arqueológico, que firma el arqueólogo de la Junta José Antonio Espada Belmonte, que tiene como base un trabajo de Julián García Blanco. De los datos aportados, el concejal de Urbanismo destacó "curiosidades" como que originariamente la primera puerta se abrió en la muralla medieval junto al convento de la Trinidad, del que ya no existen restos y se denominó puerta de Sevilla, pero en el siglo XVI cambió su nombre. Estaba flanqueada por dos torres cuadradas y contaba con una capilla dedicada de la Virgen de las Angustias, una imagen cuyo devenir se desconoce. Fue una de las puertas más importantes de la ciudad y durante la Guerra de la Restauración, en 1640, era la única que se abría durante las epidemias de peste.

También habló Rodolfo de otro proyecto que se acomete con el remanente, por importe de 241.000 euros, para reparaciones en el Museo de la Ciudad Luis de Morales, fundamentalmente humedades y barandillas de seguridad.