Si milagroso podía parecer que una fortificación de tal envergadura se conservase en tan buen estado tras siglos de abandono y olvido, más aún lo es que en poco más de dos meses haya avanzado tanto la obra de recuperación. Los trabajos de rehabilitación del Fuerte de San Cristóbal, que volverá a recobrar el aspecto que presentaba en el siglo XVII pero con un uso acorde con el siglo XXI, están ya ejecutados en un 60%, según informó ayer el alcalde, Francisco Javier Fragoso, durante la visita que realizó por la mañana con la prensa, con varios de sus concejales, así como el arquitecto, Luis Acevedo, y responsables de Construcciones y Restauraciones Olivenza, que ejecuta el proyecto. Por la tarde lo visitaron responsables de los fondos europeos junto con el delegado del Gobierno, Germán López Iglesias.

El alcalde destacó que el monumento en estos momentos "es radicalmente diferente" al de antes y ya se puede apreciar cómo será el resultado final. De los más de 1,3 millones que tiene de presupuesto, ya se han ejecutado más de 900.000 euros.

Fragoso quiso dejar constancia de que las intensas lluvias del mes pasado no han repercutido en los plazos de esta obra, que debe estar terminada antes del 30 de junio, por estar acogida a fondos europeos. Según destacó, la finalización de los trabajos se cumplirán "con holgura" si no surgen imprevistos, pues aunque la lluvia ha provocado que se ralentice el ritmo, los plazos se han vuelto a ajustar a lo planificado. El alcalde incluso mostró su confianza en que la obra pueda concluir antes de la Feria de San Juan.

Entre 35 y 40 trabajadores están de lunes a sábado dedicados a esta actuación y, según aseguró al alcalde, no ha habido problemas de inseguridad, como sí los hubo al inicio de los trabajos arqueológicos. En estos momentos se está trabajando dentro del monumento. En la plaza de armas existían tres grupos de edificaciones: la comandancia, el cuerpo de guardia y el antiguo presidio, que databa de principios del siglo XX. Estos calabozos han sido las únicas construcciones que se han derribado, pero el resto se mantiene en pie y se está recuperando, si bien se ha "desmochado" la parte superior, que sobresalía del fuerte. Los agujeros en la muralla que se abrieron para que las celdas tuvieran luz ya se han vuelto a tapar y reconstruir.

También se ha habilitado el paseo de Ronda e incluso se ha ampliado, siguiendo la recomendación de una de las alegaciones que se presentó al proyecto, de manera que el hueco que se había reservado para la iluminación se ha alejado del muro exterior y debajo del pasillo se ocultarán todas las instalaciones para que no sean visibles, según explicó el arquitecto. Todas las cañoneras se han reconstruido y alguna se ha tenido que hacer nueva, porque ya no existía pero sí estaba documentada. Se protegerán por una barandilla interior, salvo una de ellas, donde se colocará en el exterior para que sea visitable. El parapeto perimetral ya está prácticamente terminado y se ha tenido que reconstruir en algunos tramos, sobre todo recrecer la parte exterior entre 30 y 40 centímetros.

"Cuando se acabe y se valore los pacenses nos vamos a sentir orgullosos de esta rehabilitación", dijo Fragoso, convencido de que la actuación que se está llevando a cabo es la acertada, en contra de la opinión de "algunos sectores".