Los trabajos de rehabilitación que se están llevando a cabo desde septiembre en un tramo de la alcazaba han dejado al descubierto dos elementos originales de este monumento: una escalera de la época almohade y su sistema de desagüe primitivo, que serán rehabilitados.

La escalera, de la que existía un tramo, se encontraba por debajo de la cota de la rasante de la parte interior y ha salido entera, aunque descolgada en una parte.

Esos hallazgos, así como los estudios que están realizando dos equipos de arqueólogos de forma paralela al avance de las obras, enriquecerán el proyecto inicial, pero no paralizarán los trabajos.

La primera fase de rehabilitación de la alcazaba, que comprende desde la puerta de Carros a la puerta del Alpendiz, marcha "a buen ritmo" y si nada lo impide estará terminada en la primavera del 2012, según afirmaron ayer la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, y el subdirector de Arquitectura del Ministerio de Fomento, Dionisio Chaparro, durante su visita a las obras, en la que estuvieron acompañados por el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, y la directora general de Patrimonio de la Junta de Extremadura, Esperanza Díaz.

En 32 días se han excavado 3.500 metros cúbicos de tierra, se ha podido picar un lienzo entero y se están recuperando los drenajes originales. Paralelamente se están analizando los muros para determinar de qué época es cada parte. "La almohade se conserva mejor que la de cualquier otra época", según Fernando Valdés, uno de los arqueólogos de la obra.

LA PRIMERA AGRESION Por ahora no se ha hallado ningún resto que obligue a replantearse el proyecto. Aunque los arqueólogos pueden prever lo que puede aparecer, "es imposible hacerlo al cien por cien, sobre todo porque hay cantidades de tierra enormes y a partir de ciertas profundidades no sabemos qué hay".

No obstante, la infraestructura de la fortaleza está aportando muchos datos desconocidos, según Valdés, quien explicó que los drenajes primitivos siguen funcionando a pesar del tiempo.

La primera agresión que sufrió la alcazaba fue a partir del siglo XVI cuando dejó de ser castillo para convertirse en fortaleza para soportar la artillería, según Jorge López, uno de los arquitectos del proyecto, quien explicó que la parte exterior sufre una mayor degradación que el interior.

La humedad ha desconchado y degradado las reparaciones que se han ido realizando con el paso del tiempo, por ello el objeto principal de esta rehabilitación es atajar el problema y eliminar la humedad y limpiar los lienzos.

Al mover la tierra han aparecido otros elementos, como marcas de bombas que sufrió el lienzo a partir de la Guerra de Sucesión.

Con esta rehabilitación se recuperará casi un 50% de toda la longitud de la muralla, unos 600 metros, según el subdirector de Arquitectura del Ministerio de Fomento, quien anunció que en unos meses, cuando se consoliden las medidas necesarias de seguridad, se organizarán visitas guiadas a las obras, con el fin de que los ciudadanos conozcan el avance de las mismas.

HASTA EL FINAL Carmen Pereira recordó que esta primera fase será financiada íntegramente por el Ministerio de Fomento, que va a invertir 2,8 millones de euros, y aseguró que el compromiso de las tres administraciones es no parar la rehabilitación. "A pesar de las dificultades económicas vamos a encontrar los recursos todas las administraciones de acuerdo con el compromiso alcanzado".

En este sentido, el alcalde anunció que a finales de año el ayuntamiento sacará a licitación los otros cuatro proyectos básicos de las siguientes fases, tal y como se comprometió.