El jugador que cae en la casilla del puente de Palmas es arrastrado por la corriente del río Guadiana hasta el puente Real, que está mucho más atrás del tablero perdiendo un montón de puestos respecto al resto de jugadores. Es una de las muchas reglas que incorpora el Juego de Badajoz que se ha estrenado en esta edición de Iberocio y que consiste en un enorme tablero del tipo del juego de la Oca, donde las fichas son los propios jugadores que se mueven según la puntuación obtenida en un gran dado y donde los dibujos son referencias a monumentos y rincones de la capital pacense.

La idea es que este novedoso e instructivo juego se instale en ediciones sucesivas de la feria, algo que confirma el éxito de la iniciativa pues todos los días están pasando por este tablero más de un centenar de niños. Al frente de este juego está el monitor Rodrigo López Soriano, que además de reunir entre sus cualidades ser amable y paciente, es licenciado en Historia, con lo cual, conoce muchas nociones del contenido del tablero. Este monitor pensaba que el juego iba a tener menos aceptación, por tratarse de una actividad nueva y porque hay otras más atractivas como los videojuegos.

Como en la Oca, son cuatro los jugadores que se enfrentan, cada uno de un color (se colocan chubasqueros amarillo, rojo, azul y verde). Teóricamente está destinado a niños a partir de 9 años, pero son flexibles y se permite que jueguen más pequeños. En el tablero hay cuatro tipo de casillas: neutrales (en las que no ocurre nada), las azules, que son positivas, de gratificación (normalmente avanzan varias casillas), las rojas son de penalización (están un tiempo sin tirar) y las verdes son las más curiosas porque los jugadores tienen que responder a preguntas o realizar actividades relacionadas con la ciudad de Badajoz.

Las preguntas son variables pues se tiene en cuenta la edad del concursante a la hora de formular las de mayor o menor dificultad. Por ejemplo, la casilla 42 es el río Guadiana y la pregunta es qué otro río pasa por Badajoz que es afluente del Guadiana. La respuesta es el Rivillas. Otra cuestión es por qué otra gran ciudad extremeña pasa el Guadiana. La respuesta es Mérida.

Otra casilla curiosa es la 22, donde está el Meiac, que fue antes una cárcel y funciona como tal en el juego. O la Biblioteca Pública, la número 35, donde el jugador tiene que permanecer un turno en silencio. Según el monitor, a medida que avanza el juego, el entusiasmo crece.