Es más que evidente que el ballet goza de un gran predicamento en Badajoz. Fruto, sin duda, de la magnífica labor que llevan a cabo las diversas y excelentes academias que imparten esta disciplina artística en la ciudad y en otras localidades extremeñas, en sus más variados estilos, tanto en la modalidad clásica como en la de danza española y contemporánea. Prueba de ello es que el pasado jueves en el teatro López de Ayala y el viernes en el palacio de congresos sus respectivos aforos estuvieron casi al completo.

En efecto, el Ballet Estatal de Moscú representaba en el López el inefable Lago de los cisnes con música del malogrado compositor ruso Tchaikovsky con coreografía de Marius Petipa. Un formidable elenco artístico, con destacados solistas, ofrecía la entrañable y romántica historia del príncipe Sigfrido y la hermosa Odette convertida en cisne, que por muchas veces que la presenciemos siempre cautiva con sus inspiradas melodías y su inconfundibles pasajes coreográficos.

Al día siguiente el público fie , entre el que se encontraban numerosas niñas y jóvenes, acudía al palacio de congresos para asistir a una representación de ballet ,en este caso con música en vivo y en directo a través de la Orquesta de Extremadura, dirigida por su titular, Álvaro Albiach, que mostraba una vez más su extraordinaria versatilidad con este peculiar concierto enmarcado en su ciclo Nuevos Públicos

El Valencia Dancing Forward presentó con coreografías de Joan Crespo y Laura Bruña excelentes montajes de cuatro obras de compositores franceses: Preludio y Siciliana de la suit de música incidental de Peleas y Melisandra, de G.Fauré, varios pasajes de la obra basada en cuentos de hadas, Mamá Oca de M. Ravel y diferentes secuencias de La caja de juguetes de Claude Debussy.