La oficina de la Agencia de la Vivienda ubicada en la barriada de Los Colorines volvió a sufrir un nuevo ataque la madrugada del jueves cuando poco antes de la una de la noche alguien forzó la puerta, desencajando los anclajes, lo que hizo saltar la alarma. Esto provocó un nuevo susto entre los vecinos del inmueble que dos días antes sufrieron las consecuencias de un incendio provocado en la misma puerta de la oficina, donde prendieron con gasolina un neumático y tres vecinas de la segunda planta, dos de ellas embarazadas, tuvieron que ser atendidas por una intoxicación por la inhalación del humo.

La oficina de la Agencia de la Vivienda tiene dos puertas y ésta se encuentra en la primera planta del portal número 6 de la calle Tomás Rabanal Brito, junto a la plaza Nicolás Díaz Pérez. La Jefatura Superior de la Policía Nacional confirmó ayer que recibió a las 00.50 horas la llamada de un vecino de Los Colorines para comunicar que sonaba la alarma de la oficina de la Agencia de la Vivienda en esta barriada, por lo que dos patrullas se trasladaron hasta el lugar, donde un trabajador de la citada oficina había parado ya la alarma. Según la policía, la Agencia de la Vivienda no ha presentado denuncia alguna por este hecho.

UN SIMBOLO Sin embargo, el presidente de la Asociación para la Recuperación de Los Colorines, Antonio Chacón, aseguró que varios vecinos, entre los que se encontraba un vecino del barrio contratado por la Agencia de la Vivienda, pasaron la noche vigilando la citada oficina ya que la puerta, tras ser forzada, no podía cerrarse. Aunque se desconoce la intencionalidad de este acto, Antonio Chacón sostiene que es "un ataque a la Administración, concretamente a la Agencia de la Vivienda, que es un símbolo de la recuperación del barrio y eso es algo que a mucha gente que vive aquí no le interesa".

En este sentido considera que el autor o autores, tanto del incendio como del ataque a la puerta, "quieren sembrar el pánico entre los vecinos y que la Agencia de la Vivienda se vaya de Los Colorines". La Agencia de la Vivienda no respondió a las peticiones de información realizadas por este diario.

NERVIOSISMO En opinión de Chacón "hay cierto nerviosismo en algunas personas por la noticia de que se va a poner una subcomisaría en el barrio". Los que sí estaban nerviosos ayer eran los vecinos de las plantas superiores del edificio que alberga la oficina de la Vivienda, que tuvieron que ser desalojados por los bomberos la madrugada del martes por el incendio y que ayer no pudieron dormir en toda la noche tras escuchar la alarma de la oficina, según explicaron Manoli y Puri, las dos mujeres embarazadas de 19 y 27 años, respectivamente, que tuvieron que ser trasladadas al hospital Materno Infantil la noche del incendio. Las dos mujeres, que recibieron el alta médica pocas horas después de comprobar que los bebés se encontraban bien, reconocieron que tras lo sucedido desean marcharse de Los Colorines.

Según algunos vecinos, el incendio no estuvo motivado por un ajuste de cuentas, como otras personas sostienen, sino que el ataque iba dirigido contra la Agencia de la Vivienda. Esto ha conseguido que algunas personas que ocupan viviendas próximas a la oficina sientan miedo a que vuelva a producirse un ataque y ponga en peligro sus vidas o las de sus hijos, por eso, ayer, algunos vecinos demandaron a la Junta de Extremadura que traslade a otra parte su oficina.

La policía judicial continúa investigando para esclarecer el incendio, sin que hasta el cierre de esta edición se hubiera producido ninguna identificación o detención.