La Audiencia ha condenado a Caixa Galicia por haber transferido el director y subdirector de una sucursal en Badajoz dinero de un cliente sin su permiso. La sala considera culpable a la entidad y no directamente a los trabajadores porque ésta "tiene una responsabilidad respecto a los actos de sus empleados" y debería haber vigilado sus acciones.

Caixa Galicia deberá abonar al demandante 30.000 euros, la cantidad transferida de su cuenta "sin su permiso". La sentencia señala que ha quedado acreditado que los empleados hicieron una transferencia de 19.155 euros y un reintegro de 10.847 de la cuenta del demandante sin su autorización, una tarde que estaba la oficina cerrada. Y que queda probado la existencia de un negocio inmobiliario promovido por el director y el subdirector de la sucursal, quienes facilitaban préstamos a personas interesadas en la compra de viviendas obteniendo una comisión a cargo de la promotora.