Los vecinos del Casco Antiguo que sufren molestias por ruido serán los beneficiarios de la nueva línea de ayudas que pondrá en marcha la Oficina de Rehabilitación, dependiente de la Inmobiliaria Municipal, a lo largo de este mismo año. Así lo anunció ayer el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, quien explicó que en estos momentos el equipo de gobierno está estudiando su financiación y las cuantías de las subvenciones que se concederán, así como definiendo qué zonas son las más afectadas por la contaminación acústica para determinar qué residentes podrán acogerse a las mismas, para lo que se tendrá en cuenta el mapa del ruido.

Con estas ayudas, los beneficiarios podrán realizar actuaciones en sus edificios y viviendas encaminadas a paliar las molestias que sufren por el ruido de los locales de ocio, como la renovación de las carpinterías, mejoras en elementos de las fachadas e incluso en las cubiertas de los inmuebles.

El concejal de Urbanismo informó sobre esta nueva línea de ayudas durante una comparecencia para hacer balance de la actividad de la Oficina de Rehabilitación el pasado año, cuando tramitó 45 expedientes de subvenciones por importe de algo más de 141.000 euros, agotando así la partida que el Ayuntamiento de Badajoz destina a estas ayudas. No ha ocurrido lo mismo durante los últimos ejercicios, especialmente entre el 2009 y el 2014, cuando las solicitudes descendieron por la falta de inversiones económicas debido a la crisis. En el 2015 y en el 2016 hubo «repunte», con más de 126.000 y 127.000 euros concedidos cada año en ayudas, respectivamente, y las peticiones «continúan en aumento».

Según explicó Elena Olea, directora de la Oficina de Rehabilitación, la mayoría de las ayudas solicitadas fueron para actuaciones en fachadas, obras en zonas comunes de comunidades de propietarios y el interior de viviendas. También se subvencionan la adecuación de locales para la apertura de un negocio, así como la compra de viviendas o edificios para rehabilitarlos de manera inmediata, aunque las solicitudes en estos casos han sido menos numerosas.

Las ayudas que se conceden varían en función de la parte del inmueble a la que afecten y también según la zona del Casco Antiguo en la que se ubiquen. Además, existe un límite en cada una de ellas. Así en el caso de la rehabilitación de interiores, en la zona 1, de la alcazaba a la calle Bravo Murillo, es subvencionable el 25% del presupuesto total, con una cuantía máxima de 3.000 euros. En la zona 2, desde Bravo Murillo hasta el ayuntamiento, se subvenciona el 20% del coste, también con 3.000 euros como cantidad límite.

En lo que se refiere a las fachadas, quienes tengan su vivienda en la zona A, entre la plaza de Santa Ana y la alcazaba, recibirán hasta un 60% de la inversión (7.000 euros como máximo); mientras que quienes tengan su casa en la zona B, hasta la calle San Sisenando, podrán subvencionar el 40% (4.800 euros como máximo).

Lo mismo ocurre con los locales, que en función del eje comercial en el que se sitúen podrán optar a una ayuda de entre el 25 (2.400 y 3.600 euros) y el 40% (para las zonas especiales, con 6.000 euros como límite). La inversión mínima para solicitar estas subvenciones es de 300 euros.

«REACTIVACIÓN» / El incremento en las solicitudes de ayudas para la rehabilitación, junto con el dato de que el pasado año se tramitaron 330 expedientes en el Casco Antiguo para beneficiarse de la rebaja del 95% del pago del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), suponen una prueba, según destacó Rodolfo, de la «reactivación» de las actuaciones en favor de la recuperación del Casco Antiguo.

El concejal destacó que desde que se creó la Oficina de Rehabilitación en el 2001 hasta la fecha, el ayuntamiento ha destinado a estas subvenciones casi 2 millones de euros. Hasta el 2012 se contaba con una aportación de un plan conjunto con la Junta de Extremadura, a través del que se concedieron 1.367.000 euros.