TNtuestro sistema político habría terminado de derrumbarse si no fuese por los jueces. Con un poder legislativo inane, un ejecutivo podrido y una Corona tambaleante, la única pata de nuestro sistema que resiste frente a esta quiebra generalizada del buen gobierno, de la ética, de la transparencia y de la eficacia es el poder judicial, pero representado no por sus órganos superiores, sino por los jueces de a pie.

Hasta ahora los jueces no han ocupado precisamente los primeros lugares en el ránking de confianza ciudadana, aunque tampoco puede decirse de ellos que hayan sido nunca los últimos. Pero en los últimos tiempos han empezado a recuperar el crédito perdido y se han colocado a la vanguardia de una sociedad que reclama sus derechos y exige que pare el derribo del Estado del Bienestar perpetrado por el PP. Prueba de ello es que los jueces, junto con los fiscales, los abogados, los procuradores y los ciudadanos, en una unanimidad de este estamento nunca vista hasta ahora, han pedido masivamente la retirada del tasazo de Gallardón, que quiere instaurar en este país una justicia solo para el que pueda pagarla. Pero hay mucho más. Son cada día más numerosos los jueces que están desestimando los desahucios y los que están admitiendo la dación en pago. Y son jueces los que han suspendido el cierre de las urgencias nocturnas en Castilla-La Mancha, sentando un precedente jurídico que los ciudadanos de otras regiones, como Extremadura, deben aprovechar. Y es un juez y un fiscal los que se han opuesto al vergonzoso indulto que el Gobierno ha concedido a un kamikaze que mató a una persona y cuyo abogado es hermano de un conocido diputado popular. Y son jueces los que han suspendido el atraco del euro por receta. Y son jueces los que han apoyado el derecho de las víctimas de la Guerra Civil a ser sacadas de las cunetas y enterradas dignamente. Y son jueces los que están tirando del hilo de los bebés robados, aunque eso afecta a monjas de la mismísima Iglesia Católica. Y es un juez el que ha empapelado a Urdangarín a pesar de ser vos quien sois y a pesar de todas las presiones. Y otro juez ha conseguido desvelar la trama financiera del extesorero del PP Luis Bárcenas, poniendo en serios aprietos a la cúpula -ésta y las anteriores- del partido del Gobierno. No todo, pues, está perdido. Los jueces nos han devuelto la confianza en el Estado. Así que, olé los jueces.