La Fundación ONCE de Atención a Personas con Sordoceguera (Foaps) atiende en la región a 12 personas «con esta discapacidad especial» -hay 45 detectadas-, dos en Badajoz y diez en Cáceres, adultas y en su mayoría residentes en zonas rurales, una atención posible por la labor de cinco mediadoras. Así se puso de manifiesto antes del acto del X aniversario de la fundación.

El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, aseguró que «a sordoceguera conlleva a un aislamiento profundo en cuanto a las habilidades y capacidades comunicativas, sociales, del aprendizaje, educativas, por lo que requiere una atención muy especial». Afirmó que «quienes lo sufren requieren un apoyo muy coordinado entre los poderes públicos y la ONCE para que puedan ser atendidos y tengan una mayor facilidad en su inclusión social», pues de otro modo pueden tener «problemas de conducta y de aislamiento ya que su único medio de comunicación es a través del tacto».

Vergeles indicó que hay dificultades incluso en la clasificación de las personas y que «muchas veces se discute sobre el grado de ceguera que se tiene que tener para ser clasificado como persona sordociega, por lo que colaboran desde el Centro de Atención a la Discapacidad de Extremadura, a través de un grupo de trabajo a nivel nacional, para homogeneizar esa clasificación». «Que nadie piense que la sordoceguera son dos discapacidades; es una muy especial que requiere de mucho apoyo y dedicación», añadió.

Patricia Sanz, vicepresidenta de la ONCE, explicó que la organización cuenta con 72.000 personas con ceguera y deficiencia visual, 2,400 con sordoceguera, «una discapacidad muy limitante reconocida por ley desde 2010 y desconocida para la sociedad».

El objetivo de Foaps es dar a conocer a la sociedad la realidad de estas personas al grito de Coge mi mano, en un recorrido que comenzó el pasado 10 de febrero y que llegó ayer a Extremadura, en un acto en el que Cándido Gómez, persona con sordoceguera de Extremadura, ha contado en primera persona su experiencia en el día a día, de la mano de su mediadora, Tamara Santos, informa Efe.

A lo largo de 10 años, la Foaps ha dedicado más de 6.000 horas de mediación en Extremadura y ha puesto en marcha programas de comunicación en centros de día, de rehabilitación, tiflotecnología y talleres ocupacionales.

Además, ha destinado más de 94.000 euros en recursos en la región y ha contado con una aportación económica de 10.400 euros por parte de la Administración extremeña.