De nuevo se producen movimientos en la sanidad privada pacense. Desde que Cruz Roja vendió su hospital a la compañía Asisa, que lo mantuvo abierto como clínica Los Naranjos hasta su cierre (2009) y derribo (2010), Badajoz ha contado con un único centro hospitalario privado, Clideba --luego absorbido por Quirón-Salud--, hasta que a finales del 2011 abrió un hospital la sociedad Ces Asistencia Sanitaria S. L., propietaria de Clínica Extremeña de Salud (CES), en El Nuevo Nevero, junto a la Facultad de Medicina y el Infanta Cristina. CES nació con el objetivo de completar una oferta sanitaria privada en la ciudad, que tradicionalmente ha contado con dos hospitales no públicos. Sin embargo, CES no acabó arrancar al encontrarse con que Clideba mantenía en régimen de exclusividad a las grandes compañías aseguradoras, aunque firmó con el SES un contrato de gestión de servicio público, un acuerdo para atender a pacientes en lista de espera de la sanidad pública.

Esta situación llevó a CES a denunciar a Clideba ante el Jurado de Defensa de la Competencia, por abuso de posición dominante, cuya resolución firme declaró "ilícitas" las cláusulas impuestas a las aseguradoras, como la obligación de no concertar con ningún otro hospital que no fuera el suyo.

CES, que anunció una inversión de 24 millones de euros para las dos fases del proyecto, del que hasta la fecha solo está en marcha la primera, entró en preconcurso de acreedores. En este tiempo, la sociedad propietaria ha mantenido contactos con diversos grupos nacionales, incluido Quirón-Salud, según ha podido saber este diario, aunque fuentes de dicho grupo lo negaron cuando se les preguntó por ello. Sin embargo, así lo recogió la publicación especializada Acta Sanitaria, el 10 de junio pasado: "Quirón-Salud podría hacerse con el hospital de la competencia en Badajoz", señalando que "podría hacerse con la propiedad negociando a la baja". No obstante, estas conversaciones, iniciadas antes de presentar CES una demanda por daños y perjuicios contra su competidor, no está claro si se mantienen o han concluido.

La sociedad CES también ha mantenido negociaciones otros grupos interesados en el proyecto, según ha podido saber este diario, como Viamed, que se mantuvieron durante un año; y Nisa, que negociaba otra posible fusión por otro lado, por lo que se suspendieron las conversaciones. Otro operador nacional es Asisa, la aseguradora que ya llevó Los Naranjos en Badajoz, hasta que cerró. Este operador cuenta con 14 hospitales en distintas ciudades españolas --Madrid, Sevilla, Huelva, Valencia, Alicante y otras-- y funciona como una cooperativa de médicos que reinvierte beneficios. En caso de alcanzar un acuerdo, Asisa volvería a ofrecer asistencia hospitalaria en Badajoz seis años después del cierre de Los Naranjos.

Los contactos de CES con un operador nacional están en fase avanzada y de llegar a buen puerto, le permitiría, tras cinco años de dificultades en los que ha logrado mantener su hospital en marcha, y aun en preconcurso, establecer una nueva asociación que garantice la viabilidad económica y asistencial del proyecto, salir del preconcurso manteniendo los puestos de trabajo y completar la segunda fase del complejo hospitalario.