El pequeño comercio de Badajoz se prepara para el regreso. Aunque esta semana ya podían atender a sus clientes con cita previa y de uno en uno, la mayoría ha preferido esperar hasta el próximo lunes para abrir con el 30 % de aforo. Muchos comerciantes están aprovechando estos días para colocar y marcar la nueva mercancía, hacer pequeñas reparaciones y, sobre todo, limpiar y desinfectar sus establecimientos. En esta última tarea se han encontrado con un aliado: el ozono. El uso de este potente oxidante, que mata bacterias y virus y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera fundamental para luchar contra el covid-19, no es obligatorio, pero complementa la acción de otros productos desinfectantes tradicionales y permite ofrecer a la clientela un plus de seguridad y confianza.

Los seis cañones de ozono que el Ayuntamiento de Badajoz ha cedido a los centros comerciales abiertos de Menacho, Casco Antiguo y San Roque están a pleno rendimiento desde hace varios días y así continuarán hasta que sea necesario. «Hay lista de espera», dice Emilio Vahí, presidente de la Asociación de Empresarios del Casco Antiguo (Aecab). En su caso disponen de un único cañón y, de momento, solo ha dado tiempo a que rote por media docena de negocios de los que lo han solicitado. «Es insuficiente», asegura, y lo sería más si a la apertura del comercio se unieran los establecimientos de hostelería, mayoritarios en el Casco Antiguo, pero que en un alto porcentaje no retomarán su actividad hasta más adelante por las condiciones establecidas por el Gobierno central.

Los metros del local en el que se actúa con el ozono determinan el tiempo que el aparato debe estar en funcionamiento para cumplir de manera eficaz su misión. El jefe del servicio de Bomberos, Basilio González, fue el encargado de informar a los responsables de los centros comerciales de su manejo y de la fórmula para calcular el tiempo. Para un establecimiento de 100 metros cuadrados son necesarios 45 minutos.

En Menacho tienen tres cañones y ya se ha utilizado en el 20% de las tiendas que lo han solicitado. Según explica el presidente de los comerciantes de esta zona, Félix Retamar, algunos empresarios han comprado sus propias máquinas y otros incluso esteriliadores, como en el caso de tiendas de bisutería. A estas medidas de prevención se unen el uso de mascarillas y la puesta a disposición de los clientes de guantes de un solo uso y gel hidroalcohólico en cada negocio. Además, Retamar señala que se escalonará el horario de apertura de mañana y tarde, para evitar concentraciones de trabajadores y público. La idea es que todos los comercios de Menacho cierren a las ocho de la tarde.

En San Roque también tienen lista espera para los cañones de ozono y han hecho un cuadrante. El presidente de la asociación de empresarios, Alberto Caballero, asegura que estos aparatos han sido muy bien recibidos por los comerciantes, pues están convencidos de que su uso ofrece «tranquilidad a los clientes». A los locales donde se utiliza se les entrega un certificado.

Según los responsables de los centros comerciales abiertos, el pequeño comercio afronta la reapertura con muchas ganas, pero también con gran incertidumbre, pues será «difícil», sobre todo al principio. Los comerciantes confían en que se abra cuanto antes la frontera con Portugal y los vecinos de los municipios se desplacen a Badajoz, pues para muchos negocios representan entre el «30 y 40%» de su clientela. También saben que es el momento de «echar toda la carne en el asador» y hacen un llamamiento a los vecinos para que los apoyen, porque ellos hacen barrio y ciudad. Las asociaciones, además de las acciones de dinamización que realizarán de la mano del ayuntamiento, prevén otras individuales para incentivar las compras.