La Consejería de Educación no pone fecha al inicio de las obras, pero los padres de alumnos del colegio público Cerro de Reyes no están dispuestos a que les siga dando largas y que los niños de Infantil continúen recibiendo clases en unas aulas que se habilitaron de manera provisional en el 2012 y que no reúnen las condiciones adecuadas, así como siga sin derribarse el edificio anexo que precisamente los alumnos de esta etapa abandonaron por las deficiencias que presentaba y que desde entonces está clausurado.

Un grupo de padres se concentraron ayer por la mañana a las puertas del centro para exigir a la Junta de Extremadura que ponga fecha a las obras. Con ellos estaba el concejal de Podemos Fernando de las Heras, que es el representante del ayuntamiento en su consejo escolar. Según recordó la secretaria de la ampa, Estefanía Rodríguez, en el curso 2009/2010 se aprobó la construcción del nuevo aulario pero no se liberaron fondos, en el 2011/2012 se clausuró el edificio que todavía no se ha derribado y en el 2012/2013 los niños ocuparon las aulas provisionales, que son las que siguen utilizando. Apuntó además que el 10 de marzo del 2017, hace ahora justo un año, la asociación se reunión con la delegada provincial de Educación, que les ofreció entonces los mismos datos que publicó este diario el fin de semana pasado y que la consejería ayer reiteró. La Junta insiste en que el proyecto está hecho y contempla la sustitución de las tres unidades de Infantil existentes actualmente en el centro por unas de nueva construcción, el derribo del antiguo edificio de Infantil y varias reformas, todo por importe de 910.994,43 euros. No da ningún plazo para el inicio de las obras porque hay trámites que dependen del Ayuntamiento de Badajoz. Reitera que la consejería está pendiente de la concesión de la licencia de obras por parte del consistorio, tras la presentación del estudio de detalle y el proyecto de ejecución. Ya se ha producido la aprobación inicial del estudio de detalle, que se ha sometido a exposición pública durante un mes, según publicó el viernes pasado el Diario Oficial de Extremadura (DOE), para la presentación de alegaciones. Hasta que no se apruebe definitivamente, el ayuntamiento no puede conceder la licencia de obras sobre el proyecto de ejecución presentado y será en ese momento cuando la Junta podrá sacar a licitación las obras. Según la secretaria de la ampa, todo eso significa que «a día de hoy, seguimos igual».

Esta madre explicó las condiciones en la que reciben sus clases los niños más pequeños de este colegio, con edades comprendidas entre 3 y 5 años. Son medio centenar y se reparten en tres pequeñas aulas prefabricadas, con los techos de uralita y los baños son abiertos pues carecen de puertas. «Es indigno», recalcó. Fueron las propias madres de la ampa las que pintaron las paredes y las decoraron con motivos infantiles «para que al menos pareciese un edificio de niños de Infantil, porque era penoso». Los alumnos soportan frío, calor y también las lluvias, porque el suelo del pasillo se llena de agua. Tras ser clausurado el edificio anexo donde estaban las clases de Infantil, se habilitaron en el almacén, aprovechando las vacaciones de verano. «Era para un año y ya llevamos seis o siete, porque a día de hoy los niños siguen ahí», lamentó la secretaria de la ampa. «No pedimos nada más que nadie, solo un colegio en condiciones, porque tal como está no incita a traer aquí a los niños», insistió. «Estamos cansados de tanto esperar, queremos una fecha, de qué nos sirve que salga ahora en el DOE si es lo mismo que nos dijeron hace un año, exactamente lo mismo, y seguimos igual». Respecto al edificio anexo, que está unido al recreo del colegio, su aspecto es siniestro y ha servido de refugio para personas ajenas, aunque «últimamente está la cosa más calmada». La única respuesta que valdría a estos padres a estas alturas sería una fecha concreta. «Queremos algo», reclamaron.